- I CAN FEEL YOUR HALO, HALO, HALO, HALO, HALO- Maxi cantaba mirándolos a través de la pantalla del celular. No se había percatado que ellos habían detenido y solo lo noto cuando ambos voltearon rápidamente sus cabezas y lo miraron nerviosos.
La cara de Lali era entre nervios y risa, al notar que Maxi los observaba y cantaba enternecido, pero la de Benja solo decía una cosa “te voy a matar”. Estuvo a tan poco de concretar su mayor anhelo y el estúpido de su hermano lo había arruinado.
Bufo molesto y volvió al volante para seguir el camino y llegar pronto a puerto madero.
-¡Pasame el celular tarado!- bromeo Lali y le quito el celu de Benja- ¿jodéme que nos grabaste?- se volteo nuevamente a mirarlo.
-¡Y si che! Si cantan re lindo los pelotudos- y los dos rieron a coro. Quien no reía para nada era Benja, que hasta había acelerado un poco el paso del auto.
-Borra eso Lali…- hablo serio.
-¿Por qué?- miraba el video enternecida, le encantaba cantar con él.
-Porque es patético- estaba enojado.
-¿patético?...- asintió molesto- para vos será patético, pero para mí es ¡muy tierno! – levanto el tono de voz- y no lo pienso borrar- se lo paso por Bluetooth y luego le dejo el celular sobre las piernas mientras manejaba.
-¡Sos tan pendeja cuando queres!- saco su celular y lo dejo al lado de la palanca de cambios.
-¿pendeja? ¡Ah bue!- le cargaba que le dijera pendeja- no lindo, ¡pasa que vos sos un viejote!- le grito. Todo este show era presenciado por Maxi, quien los miraba con una sonrisa de oreja a oreja, desde el asiento trasero.
-Pues sí, soy viejo y ¿Qué?- le decía mirándola de reojo, enojado.
-Pero sos viejo porque queres, 26 años no es nada, ¡solo que vos pareces de 50 con esa actitud amarga!- lo cargo aun mas con su edad.
-Y bueno, ¡sos vos la que gusta de salir con este viejo cincuentón!- también grito para no quedar menos.
-Y es porque te quiero tarado- su lado sensiblon la traiciono y unas lagrimas de rabia salieron rápidamente de sus ojos.
-Pues yo también ¡te re quiero! Y odio pelearme con vos- grito, sin saber por qué.
-¿Y entonces porque empezas con la mala onda?- ya los gritos eran muchos.
-Paren con los gritos chicos- acoto suave Maxi.
-¡Callate!- le gritaron a dúo.
-Ok, ok… me callo- se recostó en el asiento.
Después de eso ambos estaban agitados, el ambiente era tenso y ninguno sabia que decir. El auto nuevamente estaba detenido.
-Perdón…- agacho su cabeza resignado.
-No, perdóname vos- se la levanto con ternura.
-No, perdóname vos, porque me enojo por nada…- sonrió un poco el rubio.
-No, perdóname vos, porque siempre te sigo las peleas…- también sonrió, pero enormemente.
-Perdón que me meta, pero ya son las dos de la madrugada y llegaremos a pagar la cuenta solamente- bromeo, sacando al fin risas en su hermano, tanto como en su ¿”cuñada”?
Estaban ya en puerto Madero, el viaje había durado mucho más de lo habitual, debido a las vueltas “tontas” que habían tenido que realizar para evadir a la prensa.
Llegaron al local que Maxi les indico y estacionaron en el subte, subieron y ahí estaba la gente de confianza de la diva. Eran mas menos 15 personas y con ellos tres completaban la mesa reserva.
Pasaron una noche increíble, llena de risas, bromas, proposiciones e invitaciones. Los tres quedaron fascinados con la morena y fue totalmente mutua la impresión. BEY los invito a visitarla en USA y ellos a la vez la invitaron de vuelta a Argentina. Aunque Lali no sabía mucho inglés, con la ayuda de Maxi y Benja logro desenvolverse de lo mejor, en algunos momentos hasta cantaron.
El sueño de su vida se había cumplido y estaba viva, nunca pensó que al conocer a su ídola, volvería a abrir los ojos para contarlo. Definitivamente ahora sabía muy bien lo que era ser una fans.
Ya iban de vuelta a la casa de Benja en Palermo, estaban muertos de sueño, ya eran las 4:30 de la madrugada. Maxi roncaba gustoso en el asiento trasero, tapado con su campera de cuerno. Mientras Lali sintonizaba una radio para que su mejor amigo no se durmiera.
-¡Ay escucha! ¡Somos nosotros!- lo hizo saltar del grito- porque no quiero vivir con miedo a perderte…- recién lo miro y se dio cuenta que estaba mal- Benja, para el auto.
-¿Por qué?- ya ni la miraba, estaba pegado en el vidrio, ni pestañaba.
-Yo manejare ahora- venia tan feliz por el encuentro con su ídola, que ni a palos dormiría esa noche.
-No Lali, estoy bien- bostezo exageradamente.
-Benja, para…- hablo seria.
-Ok, ok…- se orillo- pero que quede claro que no tengo sueño.
-Sí, claro- abrió la puerta y se bajo.
El resto del camino manejo cantando el CD de Beyonce, el cual fue puesto por el rubio a petición de ella, antes de caer rendido en los brazos de Morfeo. Continúo el manejo hasta la casa de Maxi y ahí fue necesario bajar y guiarlo, porque venía como zombie. Luego de abrirle la puerta y despedirse, bajo rápido las escaleras y ahí estaba él, dormidito con cara de angelito sobre el asiento del copiloto.
Fue imposible no acariciar esa suave mejilla y mientras lo hacía, unas ganas enorme de besarlo la invadían. Era tan lindo, tan sensible, tan cercano, tan comprensivo, tan autentico, tan sincero, tan divino… tan de ella. ¿Cómo de ella? Que estaba pensando… Prefirió volverse rápidamente a la conducción del automóvil y no mirarlo más. Le volaba la cabeza.
Cuando llegaron, Juanchis le abrió el portón y bajaron al subterráneo, estaciono y trato de despertarlo.
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novela extraida de: http://www.ar-telenovelas.com.ar/foro/viewtopic.php?f=29&t=23553
solo facilito su difucion ya que no toda la gente esta dispuesta a registrarse todos los derechos reservados a su creadora chey_x_lalita