viernes, 9 de septiembre de 2011

cap 35 prt 2

-Mi vida… ¿puedo ir con los chicos?- pregunto el rubio a su hermosa morocha, mientras ambos estaban abrazados sobre la arena mirando la luna.
-Me vas a dejar como una persona posesiva Benshu, dale anda a divertirte mientras busco algo para abrigarme- dijo sobre sus labios-¡¡Para!! Lo detuvo antes de que él se levantara.
-¿Qué pasa?
-Solo quiero saber algo…- el alzo las cejas como dándole paso a que continuará- ¿te dije alguna vez que te amo?- y fue inevitable para el rubio sonreír mas enamorado que nunca.
-Al parecer no, porque ahora que lo has mencionado creo que lograste grabarte a fuego en mi corazón, cosa que antes no había ocurrido…o no había notado- bromeo acercando su rostro al de ¿su novia?
-Pues me alegra entonces haberlo dicho… y espero poder demostrarlo- sonrió para luego besarlo.
-Lo haces… creeme que lo siento- concluyo la romántica conversación rozando su nariz con la de él.
-Dale, anda- dijo levantándose y tirando de su mano para que fuera a divertirse.

Mientras caminaba por el pedazo de playa que la separaba de la casa envuelta entre sus propios brazos para protegerse del frío, se sintió feliz, plena y llena de luz… como hace mucho no lo hacía. Inconscientemente una sonrisa fugaz cruzo su rostro al tiempo que se giraba para ver a ¿su novio? Corriendo en unos bóxer blancos rumbo al mar haciéndola reír enternecida. Soy afortunada pensó silenciosamente, sí que lo soy opino en voz alta.

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-¿A dónde vas?- le pregunto su novio.
-Quiero llamar por teléfono, ya vuelvo- respondió para luego depositar un tierno beso en los labios de su morocho.
-Mandale saludos a Peter- sonrió al tiempo que seguía cocinando y ella sonrió forzadamente.
-Dale…

Al salir a su balcón lleno sus pulmones con el fresco viento de octubre en Buenos Aires, estaba feliz… inclusive podría decir “plenamente feliz” si no fuera por un temita inconcluso, el cual pretendía zanjar en ese preciso instante.
Saco su moderno celular y antes de buscar en sus contactos vio que mantenía en Tw abierto, sin más decidió mandar un tweet en ese día tan especial “Siempre existirán personas destinadas a ser imborrables en nuestras vidas, Feliz día”. No sabía de dónde o porque lo había escrito, pero lo que tenía claro era que esas palabras llegaron a su cabeza cuando imagino a Lali con los ojos llorosos corriendo a abrazarla y ella recibiéndola con los brazos abiertos. Era lo que le faltaba.

Cerró el tw y busco en su lista e contactos… A,B,C,D,E,… M,N,O,P… Paamelita, Pablito,etc, etc… hasta que llego al número que buscaba “pajarilla” lo abrió y al momento de ver la foto de contacto su vista se nublo ¿hace cuanto no se contagiaba con una de sus risotadas o recibía un par de puteadas por estropear algún maquillaje de ambas? ¿Hace cuanto no sentía un abrazo cálido de esa petiza que tanto amaba?, no tenía claro las fechas pero parecían décadas que no sabía nada de ella y aunque tenía muchas amigas fieles a las que también amaba, el lugar de Lali en su vida era único.

Vaciló un momento con su vista pegada a la luna… ¿Qué estaría haciendo en ese preciso instante? Limpió sus ojos y susurro una frase casi sagrada entre ambas “estoy mirando la luna Lali, le estoy hablando y espero que cumplas tu promesa… espero que también le estés hablando vos. Porque como siempre dijiste, la luna nos une” y en ese instante no pudo contener las lagrimas que rodaban por sus mejillas coloradas por el frío.

Después de llorar unos minutos y recordar momentos inolvidables de ambas, suspiro tomando fuerzas. Desbloqueo el teléfono y apretó el botón verde para llamar. Sonaba el tono de esperaba… seguía sonando mientras ella temblaba ligeramente por el frío y los nervios. Su uña pagaba las consecuencias.

-¿Aló?- esa tierna voz la hizo soltar un gemido que ahogó en la mano que cubrió su boca.
-F-Feliz cumple… pajarilla- tartamudeo emocionada. Había vencido la gran barrera del orgullo.

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Reía tan contagiosamente al ver todo su entorno disfrutando al máximo que le dolían las mejillas, paseaba su vista por el patio de la casa mientras caminaba hacia el interior. Al ingresar y cerrar el ventanal tras de sí la música se ahogo casi al instante, aunque la vibración de los vidrios proseguía se igual forma. Suspiro risueña y agradecida de la vida al tiempo que subía la escalera a pequeños saltos para llegar cuanto antes al cuarto y abrigarse un poco para seguir con la diversión.

Cuando estuvo adentro se tentó con saltar sobre la cama como lo hacía cada vez que entraba a los hoteles durante las giras. Estaba tan estiradita y ordenada que la cama parecía llamarla y mirando tentativamente hacia la puerta cerrada a sus espaldas se quitó los zapatos y se lanzo sobre la cama saltando entre risas. Hacer eso la transportaba a su infancia… después de unos minutos se recostó mirando el techo, mientras su pecho subía y bajaba aceleradamente y la sonrisa definitivamente estaba bordada en su cara. Era una actividad que le encantaba y le traía recuerdos, lindos recuerdos… recuerdos de alguien… recuerdos de Euge.

La sonrisa se borró dando paso a la seriedad, acompañada por la culpa y el resentimiento. ¿Por qué su pajarilla no estaba ahí con ella? ¿Y la cantidad de promesas de “por siempre juntas”? ¿y el “contigo ante todo” donde había quedado? ¿Y aquella frase tan repetida por ambas “el orgullo no existe entre nosotras”?. La extrañaba a rabias ¡maldita sea! Necesitaba correr a sus brazos y que ella la girara por los aires como siempre lo hacían.

Se levanto con pesadez y camino al balcón del cuarto con semblante triste, había luna llena, la cual por arte de magia le robo una sonrisa “Luna… dile que la extraño” sonrió de medio lado recordando la promesa “La luna nos une, cada vez que estemos lejos hablémosle y ella nos comunicará”. Suspiró emocionada y desvió la mirada mientras una lágrima demostraba el dolor de no tenerla.

Estaba feliz ¡obvio! Pero esa espinita no se había ido, solo que Benja lograba cubrir y sanar todas sus heridas, pero nunca lograría sacar esa espinita… eso solo lo podían lograr ambas. Su rubia hermosa, su amiga del alma, su otra mitad estaba a kilómetros de distancia pero al cerrar los ojos lograba verla junto a ella sonriendo o arrugando la nariz en desacuerdo, lograba sentirla cerca.

Un sonido en el interior del cuarto la interrumpió, era su celular… corrió pensando que algo importante podía ocurrir, solo sus padres no estaban ahí y posiblemente eran ellos quienes querían saludarla. Tomó el aparato con tanta prisa que ni miró la pantalla para ver quién era.

-¿Aló?- preguntó con curiosidad e incluso un poco de preocupación, desde el otro lado se escucho un leve gemido.
-F-Feliz cumple… pajarilla- y en ese preciso instante pareció que toda su sangre se congelaba.
-Pajarilla…- devolvió luego de unos segundos agónicos sin poder soltar vocablo- pajarilla… -repitió intentando convencerse a sí misma.



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novela extraida de: http://www.ar-telenovelas.com.ar/foro/viewtopic.php?f=29&t=23553

solo facilito su difucion ya que no toda la gente esta dispuesta a registrarse todos los derechos reservados a su creadora chey_x_lalita