domingo, 12 de junio de 2011

cap 28

Cuando el frio los supero decidieron dar pie a la sorpresa de Benja. Y marcharse del lugar.

-Daleeeee, decime- rogaba mientras acariciaba su carita y el manejaba sonriente.
-Nuuu, es una sorpresa La- mas reía, porque imaginaba la cara que estaba poniendo.
-Entonces no te hablo mas…-Se cruzó de brazos, bufo y dijo algunas palabrotas en voz baja. Él solo sonreía.
-Pero es sorpresa hermosa- acaricio su mejilla, ella miraba hacia fuera.

Benja detuvo en auto, estaba oscuro, muy oscuro. Estaban junto a un camino de tierra, en el cerro. Por el enojo la morocha no se percato del lugar al que la llevaba. Cuando lo noto, ya era tarde. Él bajaba del auto y se apoyaba en la parte delantera, mirando hacia la ciudad.
No le quedo otra y se bajo. La vista era estupenda. Todo Buenos Aires a sus pies, o gran parte.

-¿Este era el lugar?- respiro profundo con los ojos cerrados.
-No…- miraba al frente.
-¿te enojaste?- ahora lo miro directamente.
-No…-él no hizo lo mismo.
-Miráme- exigió poniéndose frente a él. Apoyada en el muro que cercaba el mirador.
-No…- era más alto que ella, por tanto podía seguir con su vista al frente, sin notar su oposición.
-Benjamín miráme- tomo la cara entre sus delicadas manos.
-No…- pero ahora si la miraba.
-¡Viste que estas enojado!- se molesto al ver la cara de orto que tenia.
-No…- la fastidiaba.
-¡uyy para con el No!- eso ya lo grito – ¡y besame!- sin más palabras, se unieron en un acalorado beso, de esos precisos para derretir el hielo de un enojo, una pelea o un mal entendido.
-Lo gracioso es que con solo un beso me cambias- tenían unidas sus frentes.
-Vos me haces volar- sonrió mordiéndose la uña sensualmente.
-Bueno, bueno. Mejor cambiemos de tema… esta no era la sorpresa- le dedico una mirada reprochadora- solo te traje acá para desviar tu atención- ambos rieron, ella se mostraba interesante.
-Vamos bien entonces, porque mi atención ya estaba en otra cosa- lo atrajo de la campera y lo volvió a besar.
-¿Cuándo va a ser el día que me dejen de gustar tus besos?- la abrazo tiernamente.
-Nunca, porque a mí tampoco me ocurrirá jamás con los tuyos…- le dio un pico.
-Más tierna lindura… - le acariciaba el pelo- ok, sigo con la sorpresa. Para dártela necesito vendarte los ojos- sabia que se negaría.
-Ok- respondió muy pancha.
-¿queeé? ¿No pondrás objeción alguna?- estaba sorprendido.
-No, no quiero más peleas y OBVIO confió en vos- en ambos rostros apareció la sonrisa de enamorados que solo ellos mostraban.
-Entonces haber… voltéate- saco una chalina para tapar su visión.
-¡Ojito vos eh!- lo molesto por la forma en que estaban.
-¡Mariana! Yo te respeto…- no le gustaban esas bromas.
-¡Ay muñeco! Fue una bromita- sonrió ya con los ojos vendados.
-Pero mira si nos escucha alguien, se come cualquiera- en ese aspecto era muy perseguido.
-Benja… acá no hay nadie en kilómetros… así que mejor vamos- lo ultimo lo dijo media asustada al recordar la peligrosidad.
-Dale, pero cuidado ahí…- no alcanzo a evitar en golpe.
-¡¡La re contra que te pario!!- había chocado su pierna con la esquina del auto.
-Espera que te guio… haber donde te golpeaste- la mimo un poco.
-Aquí- hacia pucharos mostrando su rodilla- me lele muchoooo- él se paro y le dio muchos picos.
-¿paso?- pregunto al separarse. Ella negó. Entonces decidió que era su turno de robarle un beso y como tenía los ojos vendados, aprovecho.

Sin previo aviso capturo su nuca con la derecha, la mejilla con la izquierda, y sus labios con los de él. La apoyo un poco brusco sobre el auto y eufóricamente le quito el aire. A los minutos la solto, aun agitado.

-Wuuouu…- solo esa fue la respuesta y luego risas.
-Dale, vamos mejor… subite antes de que arda Troya- subió riendo.

Después de asegurarse que estuviera bien vendada y luego de algunas bromas mutuas. Partieron en busca de lo desconocido, el rubio manejo cerca de media hora y cuando su morocha ya no resistía más, al fin habían llegado.

-¿llegamos?- pregunto ansiosa por quinta vez consecutiva.
-Llegamos- le robo un beso y se bajo, para abrirle la puerta.

La guio despacio hacia el interior de algo que parecía ser una casa, ella lo afirmaba fuertemente. No porque no confiara en él, sino, porque su naturaleza de mujer era medio así. Insegura.

-Te amo hermosa…- le susurro al oído, y la ultima parte del “hermosa” no se alcanzo a escuchar bien, porque un grito ensordecedor, envolvió el lugar.
-¡¡Sorpreeeeeeeeeeeeeesa!!- la venda cayo de los ojos y ante ella una decena de personas.

Majo, Carlos, Ana con Cristian su novio, su abu, Facu, Lauti, tíos, tías, amigos, Yan, Pablo, Yeyo, Can y Luca, Agus, entre muchos más. Con la mano en la boca volteo en busca del culpable de esto.

Y ahí estaba, apoyado en la pared con la mano en los bolsillos y una sonrisa que la derretía. ¿Podía ser tan lindo? La miraba como queriendo decir “no fue mi culpa” después de tanto quilombo que hizo la morocha, todo tenía un hermoso y justificado fin. Celebración Familiar.

Uno a uno comenzaron a felicitarla por el hermoso ciclo que cerraba, a desearle lo mejor en la siguiente etapa y a entregarle muchas bendiciones. Y la duda que la invadió de inmediato fue… ¿merezco tanto? ¿Tanto amor, tanta dedicación, tanta consideración, tanto orgullo, tanta alegría? ¿Merezco todo lo que me está sucediendo?... no alcanzo a pensar en la respuesta, cuando un susurro en su espalda la aclaro.

-Mereces esto y mucho mas…- paso por su lado, el chico de ojos celestes.
-¿Qué ahora me lees el pensamiento?- lo siguió riendo.
-Ponele…- se acerco a la mesa y tomo un vaso.
-Gracias…- quería besarlo, pero aun nadie sabía ahí, o sea, solo algunos.
-¿Por qué?- como amaba hacerse el misterioso.
-Por la sorpresa- revoleo los ojos.
-Yo solo fui el señuelo de Ana, creyó que me seguirías ciegamente- rio, eran cómplices.
-¡Malditos! ¿En qué momento te hiciste amigo de mi hermana?- arrugo el entrecejo.
-Desde que respondía mis llamados por las noches, cuando estuviste enferma y me escuchaba llorar… y lloraba conmigo… y al parecer contigo también, porque te oíamos…- y una mueca de dolor apareció.
-¿En serio me lo decís?- se le empañaron los ojos.
-En serio… te amo Mariana y te necesite demasiado- acaricio tiernamente su mejilla.
-No sabes todo lo que te necesite también…- necesitaba besarlo, pero no podía.
-¿Y porque nos dañamos tanto entonces?- pregunto casi puchereando.
-Y no se… si lo supiera… podría evitarlo… nunca más quiero hacerte daño, me duele más a mi- cerro los ojos.
-Tan perfecta…- borro la única lágrima caía por su mejilla- tan sensible…- seco otra- tan hermosa…- cada lagrima era una característica, que quería resaltar de su amada- tan mía…- ella lo miro al fin, más tranquila.
-Tan tuya…- lo abrazo, sin importar el qué dirán. Era el hombre que amaba ¿y qué?
-Me muero por besarte- rio escondido en su cuello.
-¿en serio?- lo empujo hacia atrás preocupada- ¡no te mueras mi amor!- y riendo lo beso dulcemente. Ya no le importaba todo lo que dijeran, era feliz y quería hacerlo feliz también a él.
-Te amo- declaro sin vacilaciones cuando la respiración los separo.
-I love you too… mi muñeco- respondió acariciando su mejilla.


-------------------------------------------------------------
novela extraida de: http://www.ar-telenovelas.com.ar/foro/viewtopic.php?f=29&t=23553

solo facilito su difucion ya que no toda la gente esta dispuesta a registrarse todos los derechos reservados a su creadora chey_x_lalita