sábado, 7 de enero de 2012

La provocacion del mono corto #5

-Mi amor, no tenés porque hacer esto... -susurró una morocha a su novio, a las puertas del gran edificio.
-Ya sé, pero quiero hacerlo -dijo el chico, de ojos azules-. Además, sabés que me divierte todo esto...
-Una cosa es que te divierta cuando te insultan por twitter -replicó Lali, hablando rápido-, y otra es que te vayas a meter en la boca del lobo, por el amor de Dios...
-¿Qué van a hacer? ¿Pegarme un tiro? -se burló Benja, recibiendo una dura mirada de parte de su chica.
-Te recuerdo que a Lennon lo mató un fan.
-Pero ese tipo estaba mucho peor de la cabeza que estas... -le quitó hierro él- Además, el asesino era fan de Lennon, pero estas no són seguidoras mías, sinó tuyas y de Peter, así que en todo caso, ustedes dos són los que deberían guardarse las espaldas.

Lali suspiró, preocupada por la integridad de Benja. Había visto como saliendo del Gran Rex, en 2009, una panda de locas le arrojaban cosas a Paula Reca por el simple hecho de que su personaje, Luna, se metía entre Mar y Thiago. ¿Qué no le harían a Benja?
Él la tomó de la cara y la besó suavemente.

-Mi amor -le dijo-, sabés que es lo mejor. Yo prefiero enfrentar las cosas de frente, dejarlo todo liso ya, porque sinó quién sabe como se van a poner cuando anunciemos lo que se viene -ella de pronto sonrió, volviendo a mirar el anillo que adornaba su mano derecha, su anillo de compromiso. Benja le había preparado una sorpresa en el ático de su casa al atardecer, con flores, velas y hasta un violinista, y le había propuesto casamiento. Ella, obviamente, no había podido más que llorar de la emoción y gritar un sí como una casa... Era todo lo que siempre había soñado desde que se fijó en él por primera vez-. Sabés que todo a la mínima se sabe y es cuestión de tiempo que a alguno de los dos nos fotografien con el anillo.
-Bueno -aceptó Lali-, pero voy con vos.
-No, no -se negó él-. Sabés que se ponen mucho más... loquitas cuando nos ven juntos que cuando me ven a mí sólo. Y no quiero que te pase nada.
-¡Puedo defenderme, Benjamín! -se quejó ella- Además, vos bien lo dijiste, son mis fans, algo de respeto me tendrán... Que bueno, ya me acusaron de infiel y de fácil -recordó-, pero siguen siendo mis fans...
-Está bien -aceptó él, a regañadientes-, entrás, pero te quedás fuera de la sala dónde están todas, ¿okey? -ella aceptó y él puso cara de circunstancias- Si no consigo salir de ahí con vida, recordá que te amo muchísimo... -ella le dió un golpe en el brazo.
-¡No bromees con eso! -el rubio rió.
-No es broma, te amo más de lo que pensás. -Lali no pudo evitar besarle.
-Tonto lindo.

Una semana atrás, se habían enterado de que en Buenos Aires se iba a celebrar una especie de convención de fans de Casi Ángeles, pero no de fans cualquiera, si no de las más radicales fans de Mar y Thiago, o, mejor dicho, de Lali y Peter. Sí, esas que gastaban su vida entera puteando a Benjamín, otorgándole motes varios y acusándolo de prácticamente todos los males de la humanidad. Ellas mismas se hacían llamar las LAM, Laliter Anti-Monos, pero eran más conocidas como TOC... Trastornadas Obsesivo-Compulsivas.
El motivo por el que Lali y Benja se habían enterado de esta reunión no era otro porque una de estas amorosas chicas había mencionado a Benja al grito de: "¡Vamos a escrachar al Mono! ¡Horas hablando mal de vos, matate!" Al principio no le había hecho caso, como a todos los insultos que recibía, le dijo a Lali, que estaba con él cuando lo leyó, que iría ahí a recibir los bardeos en directo, aunque se lo dijo de broma. Pero después de una noche de mucho pensar, había decidido ir a ese lugar en en serio.
Sabía que era una provocación directa y que cualquier cosa podía pasar, pero no podía dejar que las cosas siguieran así. Al principio de la relación, tanto él como la Changuita habían decidido no hacer nada al respecto de los insultos más que dejar que el tiempo pasara y las aguas se calmaran, pero más de un año después de esa decisión, todo seguía igual. Entonces ella había comenzado a alterarse y, fiel a su naturaleza, había empezado a defender lo que amaba, a defender a su novio, pero eso tampoco había cambiado nada. Todos esos insultos y descalificaciones le dolían más a ella que a Benja, así que había decidido hacerse cargo, intentar frenar de una vez por todas todo eso, aún corriendo el riesgo de agravar aún más las cosas... Así que ahí estaban, era una provocación en toda regla.

-Parece ser que se organizaron bien... -le susurró a la chica, entrando al edificio, que parecía ser de una empresa que se encargaba de alquilar locales para eventos.

Avanzaron al mostrador, dónde un hombre vestido de traje y de aspecto amable les atendió.

-Buenos días, ¿qué desean?
-Buenos días, mire, nos citaron a una reunión acá, es de seguidores de Casi Ángeles -empezó el rubio-, pero no sabemos que sala es, ¿nos podría ayudar?
-Sí, claro, déjeme chequear -dijo el recepcionista, mirando su computadora-. Acá lo tengo, pero para pasar necesita una contraseña.
-¿Una... contraseña? -intervino Lali, sorprendida.
-Resistimos al Cara de Papá. -dijo Benja, sin dudar, ganándose una mirada incrédula de su prometida.
-Correcto. Segunda planta, primera sala a la derecha. Pásenla bien.

Cuando subían en el ascensor, la chica le preguntó:

-¿Cómo carajo te sabías la contraseña? -él sonrió de esa manera tan especial en la que sólo él podía sonreír.
-Mis Limadas, no sé cómo la consiguieron y me la pasaron. Sabés que me llevo muy bien con ellas, les comenté lo que pensaba hacer y, bueno, me ayudaron.
-Deben estar chochas con esto, con lo barderas que pueden llegar a ser...
-Son barderas cuando la ocasión lo merece, sinó, normalmente ignoran. -la corrigió, haciendo que ella le mirara fingiendo celos.
-Tanto defenderlas, a ver si al final voy a tener que preocuparme. -su novio le respondió riéndo con un beso.
-Llegamos -dijo cuando el ascensor paró-. Vos quedate a la puerta, ¿dale?
-Está bien, ya sé... Cuidate mucho. -él asintió y, con un guiño, entró.

Si no supiese que estaba en una reunión de fans, juraría que se había metido en una secta. Aunque quizá era algo parecido a una secta.
Las paredes estaban completamente decoradas con pósters, fotos, recortes, cualquier cosa con las caras de Lali y Peter estampadas. Y alguna que otra suya, tachada o a la que habían dibujado cualquier estupidez por encima. Había a lo mejor una treintena de chicas alrededor de una mesa, compartiendo fotos de Lanzani o de Laliter emocionadas, que se callaron de golpe cuando él entró.
El chico, tras lograr superar el shock de la ambientación de la sala, levantó una mano, un poco intimidado y dijo:

-Hola, soy Benjamín Amadeo, creo que ya me conocen... ¿qué tal?

Todas lo miraron, en un silencio sepulcral, mientras sus expresiones lentamente se iban transformando de la neutralidad a la sorpresa, al asco o a la locura, dependiendo de que chica mirara. Finalmente una de pelo rizado dijo:

-Qué. Hace. El Mono. Acá. -viendo que ese comentario acababa de abrir la veda, Benja intervino antes de que se desatara la locura.
-Antes que nada... ¿me puedo sentar, y así hablamos tranquilos?
-No.
-Gracias -cogió una silla y se sentó, procurando dejar suficiente espacio libre por si se tenía que escapar corriendo-. Vine a dejar las cosas claras, porque ya hace mucho que venimos con toda esta pavada, y la verdad es que me estoy cansando.
-Ah, ¿te estás cansando? -dijo una, acercándose- ¡Nosotras si que estamos cansadas de vos!
-¿De mí? ¿Por qué? -preguntó, volviendo a fijarse en las posibles rutas de escape en caso de que la situación se pusiera peliaguda.
-No te hagas, Mono. De que no dejes a Lali y a Peter vivir su amor en paz.
-¡Ah, por eso! No, yo no tengo nada que ver en que ellos no estén juntos, si es eso lo que las... inquieta.

Las chicas rieron escándalosamente, haciéndo que Benja se preguntara seriamente sobre su salud mental.

-¡Si vos no estuvieras molestando a Lali, ella volvería con el amor de su vida! -gritó una, y las demás le dieron la razón.
-Eso -se le sumó otra-, ellos seguirían juntos, porque aún se aman, sos vos el que se empeña en separarlos.
-Yo no separé a nadie, aviso -respondió él-. Cuando Lali y yo comenzamos a salir, Peter y ella no estaban juntos.
-¿Pretendés que te creamos?

El rubio se dió cuenta claramente de la situación ridícula en la que estaba. Respirando hondo, contestó:

-Yo no pretendo que ustedes me crean, sé que seguramente si alguien les dice que yo maté a Kennedy se lo creerán y defenderán esa tesis de por vida -ironizó-, pero es que tampoco tengo porque preocuparme por si me creen o no. No estoy acá para que me amen, no quiero que me amen -dijo con rechazo-. Estoy acá para -una de las chicas le interrumpió.
-Para provocar, viniste. -él sonrió.
-Sí, sí, en parte sí... Esta es una provocación, pero necesaria. Chicas, vine porque esto es una locura... Yo no tengo problema en no caerles bien, me importa poco, para ser sinceros, lo digo por Lali.
-¿Ahora te vas a hacer el que te preocupás?
-A ella digamos que no le senta muy bien que se la pasen insultándome y dejándola a ella por el suelo.
-Si de verdad querés que Lali sea feliz, dejala estar con quien ella ama, dejala estar con Peter sin tener que esconderse.
-Porque siento bajarte de la nube, Cedepé, pero ella -Benja la paró.
-¿Cedepé?
-Cara de Papá. -le aclaró una de las chicas, aún sentada alrededor de la mesa.
-Ah, okey... Seguí. -le dijo a la otra, quién siguió confusa.
-Te decía que no sé si sabías, pero Lali te mete los cuernos con Peter, porque su amor sí es de verdad, y durará para toda la eternidad.
-¡Ah, bueno!

Lali, cansada de escuchar tanta pavada junta, entró a la sala, poniéndose al lado del rubio.
Las chicas se revolucionaron completamente al verla, y se lanzaron a abrazarla.

-Lalita linda, te amo, ¿podés saludar a mi hermana, que también te quiere mucho? -preguntó, sacando la camarita de su bolso.
-¿Me estás jodiendo? -dijo con la boca abierta la petiza- ¿Vos pensás que es el momento, nena?
-Bueno yo...
-A ver -inspiró-, no amo a Peter, no cuerneo a Benja con él, él no me trata mal ni me hace infeliz. ¿Queda claro?

Todas se quedaron calladas, sin hacer uso de esas certezas que habían demostrado antes delante de ella. Una, finalmente, habló.

-Pero no hace falta que nos mientas, Lali... -ella se llevó una mano a la frente, sin poderlo creer- Nosotras vemos que tu sonrisa está más apagada, que tus ojos brillan menos, que... Se te nota que eras más feliz cuando estabas con Peter, que todavía lo amás...
-¿Pero que es esto? -dijo indignada- ¿Se creen que saben más de mis propios sentimientos que yo misma? -las chicas se quedaron en silencio- ¿Que tienen derecho a decidir con quién debo o no debo estar? Yo soy Lali Espósito, no Marianella, yo decido a quién amo y a quién no.
-Seguro el Mono la trajo para que lo defendiera. -susurró una, detrás.

Eso agotó la paciencia de Benja. Podía soportar a un grupo de fanáticas insultándolo, pero veía como a Lali le dolía esa situación.

-No van a entrar en razón, mi amor. Tal vez no fue la mejor idea venir acá. -se la intentó llevar, pero ella no quiso.
-Benjamín y yo nos vamos a casar -dijo de pronto, sorprendiéndolas a todas-. Me va a hacer la persona más feliz del mundo, aún más de lo que ya me hace ahora, y sólo espero que sean capaces de aceptarlo, de respetarlo, y de entender de una vez por todas que él es mi amor.

Sin decir una palabra más se fueron, dejando a todas las fans quietas, asimilando lo que la morocha acababa de decir.

-Al final no grabamos el video. -dijo la chica, con la cámara en la mano.
-Supongo que Peter la quitará del error.
-¿Se imaginan que entra en la boda cuando el cura dice que si alguien tiene algo para decir?
-Ella se irá con él, dejando al Mono plantado... ¡Qué felicidad!

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-¿Vos pensás que habrá servido de algo? -le preguntó Benja a Lali, mientras paseaban cogidos de la mano. Ella se encogió de hombros.
-No sé... ¿Vos?
-Para mi fue un real fracaso -rió-. Pero no me importa, fue toda una experiencia -dejó un momento de silencio-. Me gustaron mucho las palabras que dijiste sobre mí ahí adentro.
-No dije nada que no fuera verdad -le acarició la mano-. Te amo.

Se mordió el labio y sacó su blackberry.

-¿Qué vas a hacer? -le preguntó él.
-Dejarle las cosas claras a todo el mundo -apretó un botón y activo la cámara-. Y marcar territorio ante ciertas fans tuyas con las que te llevás demasiado bien. Vení acá.

Le besó mientras hacía la foto.

laliespos Lali Esposito Con @benjaminamadeo mi novio, que siempre será mi amor, y próximamente mi marido. ME CASO!

Colgó el tweet con la imagen y, sin esperar la reacción de la gente, cogió fotografió su mano y la de Benja.

laliespos Lali Esposito Mariana Espósito de Amadeo... Suena bien, no? Sobran respuesta.

-¿Vamos? -él asintió, y siguieron en camino hacia un parque. Ambos apagaron sus celulares. Mañana mirarían todo lo que les tenían que decir, bueno o malo... ese era un día para disfrutar del amor.



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novela extraida de: http://www.ar-telenovelas.com.ar/foro/viewtopic.php?f=29&t=27644&p=1050863#p1050863

solo facilito su difucion ya que no toda la gente esta dispuesta a registrarse todos los derechos reservados a su creadora Sarunii

Un minuto corto #4

laliespos Lali Esposito
@kiara_laliter Dos cosas estan mal en tu twit:1Hablas por mi.2Hablas SIN SABER Consejo:DEJEN de hacerlo,pierden tiempo y energia.

laliespos Lali Esposito
Gracias por TANTOS mensajes lindos y RESPETUOSOS para mi y mi novio, benja. Los quieroo! Buenas noches

laliespos Lali Esposito
Defiendo lo que AMO y me siento orgullosa de eso. Buenas nochess! Besos


Benjamín Amadeo se incorporó en la silla, delante de la computadora, en su casa.

Eso no era bueno.

Cogió su celular y marcó el número de su novia. No le hizo falta buscar en contactos, se lo sabía de memoria.

Pii... Pii... Pii...Pii... Mierda.

Volvió a probar, pero tampoco hubo suerte. En el tercer intento hubo un cambio: la llamada se cortó antes de que pudiese sonar más de dos segundos. Lali le había cortado.

Definitivamente, nada bueno.

Pensó que hacer un minuto, y decidió llamar a una de las mejores amigas de la morocha, con la que pasaba la mayor parte del tiempo.

Llamada en curso. A: Rochi.

-¿Benja? ¿Como andás?
-Bien, bien, Ro. ¿Vos, todo bien? -no le dió tiempo a contestar- Escuchá, ¿estás con Lali? -oyó un suspiro del otro lado.
-Viste lo que twitteó, ¿no? -la rubia dió la respuesta por sabida- No, no está acá. Hasta donde yo sé, estaba en su casa.
-Gracias por todo. Adiós. -y colgó.

Sopesó un segundo que paso seguir. Dos, tres, cuatro segundos. Un minuto después, se levantó, cogió las llaves del auto y se marchó.

Minutos, varios, más tarde, aparcó delante del departamento de Lali. Cogiendo aire, fue, y llamó al timbre.

-¿Sí?
-Lali, soy Benja -silencio-. ¿Lali?
-Ben... -contestó- ¿qué pasa?
-¿No me vas a invitar a subir?
-Es tarde, y estoy cansada. ¿No te jode si hablamos mañana?

Benja subió la situación de nivel. De nada bueno, a bastante malo.

-Lali, por favor...
-En serio, Benjamín. Nos vemos.
-¡No! No cortes... Si no me dejás subir... pienso escalar el edificio y entrar por tu ventana. -improvisó.
-Hacé lo que quieras. Te bajo a escobazos.
-Si no me dejás subir -probó de nuevo- llamo a la prensa y armo un escándalo delante de tu casa.
-Tené cuidado -respondió ella, pero con un tono de voz diferente. Más oscuro, más contaminado-. Sabés que la gente te considera un pederasta celoso y maltratador. Si sale como titular "Lali Espósito no quiso atender a su novio y Benjamín Amadeo montó un bardo", ya no te sacás la fama en tu vida.

Benja suspiró. Habían llegado al quid de la cuestión.

-Lali... Mi amor, dejame subir, por favor.

No obtuvo respuesta directa, pero el pitido de la puerta al abrirse le valió. Llamó al ascensor. No llegaba. Decidió subir por las escaleras, saltando los escalones de dos en dos.
La puerta del departamento de su novia estaba abierta, pero ella no estaba ahí esperandole con una sonrisa de oreja a oreja, como muchas otras veces había pasado.
Después de pasar y cerrar la puerta, la llamó, pero no obtuvo respuesta. La encontró, finalmente, en el sofá del living, y sin un atisbo de la alegría que la caracterizaba.
Se acercó lentamente a ella. Ella ni se dignó a levantar la mirada. Benja se sentó junto a Lali y, sin mediar palabra, la abrazó.

Y así, en silencio, pasó un minuto.

-¿Por qué hacen esto? -dijo la morocha con la voz tomada -¿Por qué no pueden aceptar, simplemente, que te amo?
-No lo sé, linda. Pero no tenés que ponerte así, eu... Sabés mejor que nadie como es esto de la fama.
-Ya sé, mi amor -contestó, secándose la lágrima que le caía-. He leído twitts que me mandaban diciendome que era una careta, que me odiaban, que como le podía hacer tanto daño a Peter... miles de cosas. Pero eso no era nada en comparación a los twitts de fans que me decían cuanto me amaban y me explicaban lo que les había ocurrido en el día y cuanto me extrañaban, o cuanto ansiaban conocerme.

Benja, abrazado a su cintura, la miraba desde abajo.

-Entonces, porque te ponés así? -ella negó.
-Porque esto es diferente, Benja. Ya no me están acusando de acostarme con productores para conseguir papeles ni nada... Se están metiendo con vos, ¿entendés? -el la miraba en silencio- Te están acusando de cosas horribles, por el simple hecho de estar conmigo.
-No te preocupes -dijo él despreocupado-. Igual, Gustavo está a punto de pararme los pies. Sus abogados están por hablar con los míos para llevarme a los juzgados, por todo eso de que te prohibí mirar a Peter, y todo.

Rió suavemente, pero Lali no lo siguió. Al contrario. Se separó un poco de él.

-A mi no me causa ninguna gracia, Benjamín. ¿Te das cuenta de que dicen por twitter que me pegás? ¿Que abusás de mi?
-Y te dejé embarazada, no te olvidés. Y te engaño. Y me engañás. Somos los dos unos cuernudos, ¿viste?

Ella se levantó del sofá.

-¡Basta, Benja! ¡No es joda esto!

El de los ojos azules se la quedó mirando, minutos, mientras ella tenía su vista fija en la ventana.
Finalmente, se levantó y la abrazó por detrás.

-Tenés que tomártelo a joda, linda. No podés dejar que te supere. Después de todo son fans.
-Los fans son importantes.
-Sí, claro que sí. Nada de lo que tenemos sería posible sin ellos. Pero tienen sus preferencias, sus delirios. Y así como hay las... Laliter, creo que era, hay Pablalis, que les gustaría que estés con Poli, hay Lalicos, para que estés con el rubio... Hay incluso Rochalis, pero juraría que eso es de amistad. O te quieren ver líada con Rochi, quien sabe -ese comentario le arrancó una sonrisa a Lali-. Pero también hay Benjalis. Y esa es gente que nos quieren juntos, que nos quieren ver felices. Y lo importante acá -le hizo mirarle- es que vos y yo somos Benjalis mi amor. ¿O acaso no nos querés ver juntos y felices?
-Obvio que sí. Pero... no me gusta que te tengas que bancar todos esos insultos. ¿Y si al final te cansás y me dejás?

Él soltó una risa cantarina, y suavemente, le dió un beso a Lali. Un beso lleno de ternura. Un beso lleno de amor. Un beso lleno de confianza. Un beso que duró un minuto.

-Mirá si te voy a dejar por eso -comentó cuando sus labios se separaron-. Además, me parece muy divertido. Algunos insultos son bastante ingeniosos.
-¿En serio no te molestan? -Benja se mordió el labio. No podía ser tan dulce.
-No me preocupan. También los hay muy buenos. ¿No viste uno que te mandaron que decía que, con todo respeto hacía vos, si me encontraba me comía entero? (NdA: Perdón, muy perdón [como diría Gas ahha] pero tenía que incluir un tweet mío en el corto ahaha) -ambos rieron.
-No, no lo ví.
-No importa... Lo importante es que te amo, y si el hecho de estar con vos implica hordas de fans atacandome, bienvenidas sean.

Sus ojos conectaron, y tran un minuto de juegos de miradas se volvieron a besar. Más de un minuto duró el contacto esta vez.

-No sabés que me pasó... -susurró él a milímetros de su boca.
-¿Qué? -preguntó ella sensualmente.
-Con las prisas, me dejé las llaves de mi casa dentro...
-¿Ah, sí? -Lali le veía las intenciones a su novio.
-Sí...
-Una lástima, ¿verdad?

Se abrazaban fuertemente al otro, tratando no dejar ni un centímetro de aire entre ellos.

-Sí, una verdadera lástima... -respondió él- Y es tarde, no da que vaya donde mis viejos ahora a pedirles las llaves de recambio que tienen...
-Completamente de acuerdo, no sería bueno molestarles.
-Entonces... temiendolo mucho, creo que voy a tener que quedarme a dormir. -ella bufó, pero con una sonrisa.
-Uh, que garrón... pero si no hay más remedio...

Un minuto después, ya estaban en la pieza de Lali. Ella le empujó suavemente, lo justo para que los dos cayeran a la cama, y ella quedara encima de él.

-¿Sabés que dicen por twitter también, La? -dijo Benja, completamente a la merced de su novia- Que las noches Benjali son igual a noches de aburrimiento.

Ella sonrió, y justo antes de comerle la boca con pasión, comentó:

-Nada más lejos de la realidad, che...




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Dame un beso corto #3



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A partir de cuando Gas empieza a hablar en el video es cuando empieza a hablar en el corto, se entiende eso, no? xddd Oke, then... La parte importante en el video, en la que Lali mira hacia atrás. Ese ffue el desencadenante de todo xdd
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Lali salió del escenario apresurada. Todavía no se lo podía creer.
Hacía apenas un cuarto de hora que, entre cambio y cambio de vestuario, les habían informado que Macana, su Macana, había muerto. La habían tenido que seguir por el público que había pagado para verlos, pero todos, elenco, músicos, vestuaristas... estaban todos destrozados.
Tenía apenas tres minutos para acabar de creérselo y de desfogarse, los tres minutos que dejaban en escena a Gas y Rochi con el "Abre tus ojos", y estaban todos los demás en uno de los lados del escenario, llorando y abrazándose, en silencio. Y Lali sabía quién era el único que podía hacerla sentir bien en ése momento.

Paso al lado de Peter, quién se abrazaba con Euge, pasó de largo de Pablo, quién había encontrado como modo de desquite ver brillar a su novia en el escenario mientras las lágrimas caían por su cara, dejó atrás a Mery, que tenía la mano de Nico agarrada bien fuerte, hasta llegar a un rubio de ojos azules que estaba sentado sólo con la cabeza baja.

-Benja...

Él la miró, y tan pronto la vió con los ojos empapados, se levantó de golpe y la abrazó, mientras los demás los observaban en silencio. Todos sabían que algo ocurría o estaba por ocurrir entre aquellos dos, pero nadie, excepto Cande, Mery y ellos mismos, sabían cual era la naturaleza de su relación.
Aunque para ser totalmente sinceros, ellos tampoco lo sabían. Habían empezado como amigos, él la bancó mucho con lo de Peter y ella a él cuando cortó con su novia. Todo empezó con una tontería, una caricia, un pico inocente, un beso en un momento de bajón, más besos... el caso es que los dos sabían que ellos eran algo, pero no sabían qué. Benja no tenía verdaderos amigos entre el elenco, sólo Mery, y Lali, aunque era amiga de las chicas, sólo se había animado a contarle a Cande. No es que se avergonzaran de lo que sentían o podían sentir, ni de lo que estaban haciendo, pero el que estuviera Peter, el ex de Lali, ahí, siempre los frenó un poco.

-Lali... -le susurró, y ella se le apretó más.
-Se murió, ¿entendés? -le lloraba- Macana se murió... Yo no puedo seguir con el show, Benja, simplemente no puedo...
-Pero tenés que seguir -le contestó-. Por la gente que está ahí fuera, por vos, por Macana... Tenés que hacer lo tuyo, honrarlo ahí fuera, como sólo vos sabés hacer. -ella asintió. Él siempre sabía como hacerla sentir mejor. Lo suficientemente bajo para que nadie la oyera, susurró:
-Dame un beso.
-Pero La -le contestó en el mismo tono-, está todo el mundo acá, están los chicos... -ella negó.
-No me importa. Dame un beso, Benjamín.

Él suavemente la tomó por la cara y cumplió su pedido, cubriendo suavemente la boca de ella con la suya, dejándolos a todos sorprendidos.

-Chicos -anunció una de las asistentes, con la voz tomada-. Chicos, ya les toca salir, dale. -Lali inspiró, controlando las lágrimas que estaban por caerle.
-Te quiero mucho, sabelo. -depositó un último beso en sus labios y se fue sin esperar respuesta. Eso, luego.

Siguieron el show, que fue más especial que nunca para todos, y más para Lali, quién sentía que cada palabra de despedida era para su amigo y compañero fallecido, y que cada canción de amor cobraba forma de nombre propio, cobraba forma de Benjamín Amadeo.
Llego el momento de presentar el tema "No Te Digo Adiós", y no se veía capaz, a medida que llegaba su parlamento. Nico y Euge dijeron su parte, y Gas empezó la suya:

-Decir adiós también es hacer una promesa: nunca los voy a olvidar -la morocha miraba fijamente al público, intentando tragarse las lágrimas, pero en ese momento miró a Gas y no pudo evitar que una se le cayera-, siempre los voy a llevar en mi corazón. Ustedes son parte de la historia de mi vida.

Era su turno, pero en el momento en que se llevó el micrófono a la boca se derrumbó, y no pudo decir nada. Su amigo rubio la atrajo hacia él, mientras ella se llevaba la mano a la boca. Decidió intentarlo de nuevo.

-Decir adiós... -no pudo seguir, ya que las fans, viéndola mal aún sin saber porqué, comenzaron a animarla coreando su nombre. Agradeció con una sonrisa y volvió de nuevo- Decir adiós es desearte lo mejor, por si no vuelvo a verte más. Es confesarte que te voy a extrañar mucho -las lágrimas volvieron a aparecer con esa frase, pero debía terminar, y notaba la mano de Gastón dándole fuerza-, y prometerte que voy a ser feliz cuando vuelva a verte, a encontrarte. Gracias.

Suspiró. Además de todo el dolor por Macana, estaba el hecho de que, aún viéndola llorar, Peter no se había dignado ni a darle una caricia de aliento. Desde el número de "Abre tus Ojos", en el que les había visto a ella y a Benja darse un beso, que notaba su mirada acusadora en cuanto se cruzaban. Pero decidió que no le iba a afectar. Miró a Dalmau, que estaba a punto de llorar también, y le abrazó por el costado, intentando infundirle consuelo. Pero entonces se dió cuenta de que ella no tenía consuelo para ofrecer. Ni siquiera lo encontraba para ella.
Mientras Peter comenzaba su parte, ella decidió hacer lo mismo que había hecho antes. Miró para atrás, y lo encontró.

Benjamín tenía sus hermosos faroles azules fijos en ella, seguramente desde hacía bastante. Al ver que ella le miraba le sonrió, y se llevó la mano al corazón, asintiendo. Y sin saber porqué, Lali sintió que no podría haber hecho otra cosa mejor en ese momento. Fue sólo un segundo de conexión, ya que ella volvió a mirar al frente, pero un segundo que lo significaba todo.


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El show ya había terminado, pero nadie se había ni animado a irse siquiera a duchar. Benja llegó de fuera, con el celular en la mano.

-¿Era Pempek? -le preguntó Mery, que era quién mejor se llevaba y a quién hacía más años que conocía- Tenía una llamada perdida suya.
-Sí, te llamaba para lo mismo que a mí, para preguntarme si... bueno, si era verdad. -ella asintió, entendiendo.

Sin decir nada, Lali se levantó y estiró su mano en dirección al rubio, que se la tomó. Le hizo sentarse donde estaba ella antes y se sentó encima de él. Nadie dijo nada al respecto.

-¿Me llevás a casa? -le preguntó Lali- Dejo el auto acá, y ya me lo llevaré mañana. -él le apartó un mechón de pelo.
-Claro, te veo en el aparcamiento después, ¿te va?
-Me va -le besó, ya era una necesidad-. Voy a ducharme.

Ella se fue, y él decidió irse al baño también. Ambos soportaron las miradas curiosas de sus compañeros, pero el ambiente no estaba como para preguntas, así que nadie dijo nada.

Tres cuartos de hora después, Benja la esperaba, apoyado en su auto, cuando ella llegó.

-Disculpame -dijo ella, mirando al suelo-. Pasa que me estuve mucho tiempo bajo el agua, luego me intenté maquillar pero se me corría todo, a causa de las lágrimas y... -él no la dejó seguir, abrazándola.
-No pasa nada, no pasa nada... -le susurró, acariciándole el pelo- Las cosas van a estar bien, ya vas a ver...
-Nada va a estar bien, Benja -contestó, entre sus brazos-. Macana está muerto, y eso no va a cambiar.

Él suspiró, y le hizo mirarle.

-Tenés razón, eso no va a cambiar... Pero no hay nada que podamos hacer al respecto. Tenemos que seguir adelante, transitarlo, nada más. Yo sé -la interrumpió-, yo sé que vos lo conocés hace mucho, desde que eras una nena, por eso no sé bien como consolarte, pero hago lo que puedo, quiero que estés bien... -ella soltó una lágrima cuando le pidió, de vuelta:
-Dame un beso.

Esta vez, Benjamín no dudó. La besaba, abrazándola, intentando aliviar de alguna manera su dolor.

-Dale, te llevo a casa, es tarde...

Subieron al auto, en silencio. Él, en cuanto podía, le acariciaba la mano o la cara, y estaba casi más pendiente de ella que de la carretera.
El celular de Lali empezó a sonar, y ella, viendo quién la llamaba, lo cogió.

-Hola, má. -- Sí, es verdad. -- Má, ¿te jode si esta noche no vengo a dormir a casa? -el rubio la miró por el retrovisor, y ella le devolvió la mirada- En serio, no es por nada, es que... lo necesito. -- En lo de Benjamín. -revoleó los ojos- Por favor, hablemos de esto otro día, por favor... -- No, no te lo voy a pasar, má.

Benja paró a un lado de la carretera, y le dijo:

-Pasámela, dale. -ella negó.
-No es necesario... -él le insistió con la mirada, y ella accedió.
-¿Señora Herrera? -dijo, dubitativo- Soy Benjamín. -- No, no se preocupe, estacioné el auto, no estoy manejando ahora mismo. -- Bueno... -se revolvió el pelo- es por si le da permiso a su hija para venir a dormir a mi casa esta noche. -- No se preocupe, la voy a cuidar bien. -- ¿Que qué soy yo de Lali? Eh, bueno, soy su... su... el caso es que quiero mucho a su hija -la miró-, y quiero que esté bien. Su hija es un ángel caído del cielo, y no se merece más que ser feliz en su vida -cayó en la cuenta, perdido entre los ojos oscuros de ella, de lo que estaba diciendo-. Bueno, supongo que usted ya me entiende. -- Muchas gracias, le digo. -- Oh.. gracias, adiós.

Colgó y le devolvió el celular a la morocha, que le miró interrogante.

-Me dijo tu mamá que está todo bien, que te podés quedar en mi casa, y que mañana hablan. -le contó mientras arrancaba y se ponía de camino.
-Disculpame, no te quería poner en esta situación. -él negó.
-No, está todo bien -tras un momento de silencio, añadió-. Me invitó a comer a su casa el próximo domingo que no tengamos función. -ella sonrió tenuemente.
-Te la ganaste rápido a Majo.

Siguieron en silencio hasta que llegaron a su casa. Ya dentro, después de cenar, ella tomó aire y le dijo:

-Fue muy lindo todo lo que le dijiste a mi mamá sobre mí. -él, que estaba lavando los platos, la miró fugazmente.
-Oh, bueno... Eh, gracias. -Lali le tocó suavemente el brazo.
-Benja...

Él suspiró, se secó las manos y hizo a Lali sentarse a su lado en el sofá.

-Todo lo que dije no es nada más que la verdad -estaban tomados de las manos, y ella estaba tan sensible que, al solo decir él estas palabras, ya sintió una lágrima a punto de aflorar-. Con tu... tu alegría, tu entusiasmo, tu belleza, tu voz... con toda vos, me hacés sentir algo muy fuerte acá -se llevó una mano al pecho-, ¿entendés? No sé qué me hiciste -resolvió-. Quizá me enamoraste, no lo sé. Pero no soporto verte mal.
-Sos... sos un tierno -le respondió ella, acariciándole la cara-. Y... te amo -él levantó la cara y le clavó sus ojos azules-. Sí, escuchaste bien. Vos ya no sos mi compañero Benjamín, ni mi amigo Benja ni mi mejor amigo Benshu... Vos sos mi amor.

Esta vez no espero a que se lo pidiera, el rubio capturó sus labios entre los suyos, y la besó como nunca antes. Disfrutó del tacto de cada centímetro de su piel, la piel de la chica más especial con la que había tenido la suerte de cruzarse.
En un momento, y sin saber como, se dió cuenta de que tenía las manos acariciándola por debajo de la remera, su camisa abierta y unas ganas irrefrenables de desabrocharle el corpiño a Lali. Ambos, con la respiración entrecortada se miraron, y azul y marrón combinaron perfectamente, entendiéndose. Ya abría tiempo para eso.
Ambos se acomodaron la ropa y se sonrieron.

-¿Dormimos acá o en la cama? -preguntó ella.
-Acá mismo, ¿no? -sacó una manta de un armario y prendió la tele- Es muy cómodo este sofá.
-Dale, vení -él se tumbó a su lado, bien pegado-. Benja.
-¿Qué?
-Dame un beso.

El rubio, riéndo, le concedio el deseo.


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Escandalo en el pais del fanatismo Corto #2

"El valiente caballero Pedro se acercó a salvar a su damisela de las zarpas del maligno usurpador del trono, Benjamín." tecleaba una chica desde su ordenador, con rabia "San Pedro levantó su espada y, valientemente, gritó:

-¡Amadeo! Vengo a salvar a la princesa de tus horribles garras!

El pueblo coreaba su nombre, consciente de que estaban ante la historia de amor eterno más hermosa que verían jamás: la del humilde, generoso y fachero caballero Juan Pedro, que siempre había estado enamorado de su chica, y la de la princesa Mariana, quién había caído en los engaños y mentiras de Benjamín Amadeo, un asesino despiadado que había intentado por todos los medios hacerse señor del País del Fanatismo, con el único propósito de enriquecerse a costa de los pobres ciudadanos, conocidos con el nombre de fans.

O eso creían.

Mariana, ante la sorpresa de todo el mundo, decidió interponerse entre la temible y definitiva estocada de San Pedro y el opresor de la muchacha, con un curioso:

-¿Qué hacés, pibe? ¿Piraste o qué te pasa?" en ese momento la escritora de aquella historia de guerra y amores, no pudo evitar reírse. Rápidamente, giró la cabeza, haciendo ondear su cabellera castaña, para ver si el hombre que estaba dormido en la cama de la habitación se había despertado. Seguía dormido como un tronco. Sonriendo, siguió narrando. "¿Podés hacer el favor de soltar eso, nene? Vas a acabar lastimando a alguien...
-Pero... -replicó el honorable caballero, dubitativo- Yo vine a rescatarla, mi hermosa señora, y a llevarla conmigo a vivir una vida de ensueño en nuestra increíble morada. -la chica lo miró, negando suavemente.
-¿Me estás jodiendo?

Los fans, confusos, no entendían qué estaba pasando. Eso no era lo planeado. Mariana tenía que haber suplicado a San Pedro que se fuese, que huyese por su vida, y, ante la más que obvia negativa de éste, que prefería morir en combate antes que dejar a la mujer que amaba en manos de un desalmado, ella tenía que haberse ofrecido a Benjamín, en un sacrificio por amor para salvar al caballero de una muerte despiadada por parte del malo de la historia. Algo no andaba bien.
Al contrario de como debería ir todo, Benjamín estaba con una mano en su cara, observando la situación entre divertido y curioso.

-Eeh... -intervino, por fin- Mariana, ¿qué está pasando? -ella se giró, exasperada.
-Nada, mi amor -los fans soltaron un grito horrorizados por la forma en la que le acababa de llamar-. El chico este, que tomó algo y no le sentó muy bien parece.

Un murmullo recorrió entre el pueblo, expandiéndose a la velocidad de la luz, hasta que una fan, una de las más atrevidas, gritó:

-¡Princesa! ¡Reaccioná! ¡¿No ves que te tiene hipnotizada?! ¡Seguro que usó algun tipo de conjuro para que digas esas cosas! -se giró hacia el caballero- ¡San Pedro, salvala! -el pelado volvió a alzar su espada, dispuesto a atacar, pero la chica volvió a intervenir.
-¡Bajá eso, te digo! Gente -se dirigió hacia el populacho-, a ver si entienden que yo estoy con quién yo quiero -de alguna parte comenzó a salir la música que sólo sonaba en los grandes discursos. Mariana ojeó nerviosa. Después debería ir a hablar con el ambientador de palacio para subirle el sueldo, muy oportuno-. Amo a quién se me canta, a quién me sale. Y amo a Benjamín Amadeo -vió que un nuevo grito estuvo a punto de aflorar, pero se apuró en evitarlo-. ¿Pueden cortarla un poquito con el escándalo? Gracias. Pueblo -retomó-, yo estuve con el caballero, sí, pero se acabó, Está todo bien, pero yo estoy con otra persona. Ahora, ¿pueden cortarla con la pavada y respetar un toque mis decisiones?

De entre el público, que se lamentaba por la aparente demencia de su alteza real y el escándalo que estaba formando, una chica empezó a aplaudir, y gritó:

-¡Por fin alguien que dice las cosas claras, loco, iba siendo hora...! -hizo una seña a unas compañeras suyas y subieron hasta dónde estaban el salvador, que poco hacía ya ahí, la princesa rebelde y el malo venido a menos- Nos estábamos cansando de tanta pendejada y tanto boludeo, a decir verdad.
-¿Quiénes són ustedes? -preguntó Mariana, sorprendida.
-Nosotras -dijo otra de las chicas- somos parte la Resistencia en el País del Fanatismo, baby -le guiñó un ojo a Benjamín, con todo el descaro-. Let's make some noise, básicamente.
-Vamos, venimos, y, entre codazos, sobrevivimos. -dijo una tercera. Benjamín dió un paso al frente.
-Son ellas... -dijo maravillado.
-¿Ellas quiénes?
-Ah, ¿no nos reconocés? -cuestionó incrédula otra de las chicas- Que feo eso... Nosotras somos las Limadas, Marianita -todas sonrieron ampliamente-. Vamo' a portarnos mal, ¿no?"

-Mi amor... -un murmullo ronco interrumpió a la joven escritora- ¿Qué hacés? ¿Qué hora es? ¿Ya hay que levantarse? -ella soltó una tenue sonrisa y se levantó del escritorio.
-No, Benja, tranquilo... faltan tres horas para que suene el despertador, aún.
-Y entonces -el chico se incorporó, restregándose los ojos a causa del sueño. Lali se mordió el labio al ver su torso desnudo-, ¿qué hacés despierta?
-Nada, me bajó la inspiración nomás, y escribía. -contestó, acercándose con la camisa de él semiabrochada como única prenda de vestir.
-¿Una canción? -ella negó, envolviéndose en sus brazos.
-Un cuento.
-Es decir, que cantás, actuás, bailás, componés y... además escribís. Ah, bueno, soy el tipo más afortunado de la tierra, por tenerte.

Lali asintió, sonriendo, mientras buscaba su boca con la suya... Le encantaba todo lo que le provocaba el solo contacto con Benja.

-Yo soy la más afortunada, que estás conmigo pese a todo lo que te tenés que bancar, pese a -él la calló de un beso.
-Cortala con eso. No me afecta, y a vos tampoco debería. En cambio -dijo mirando el reloj-, la hora sí que tiene que afectarte... Tenés que estar descansada, que en pocas horas partís hacia Perú.
-Pero yo puedo descansar en el avión, amor... Sin embargo, vos, en unas horas, comenzás las grabaciones de Los Únicos, ¿no? él se incorporó de golpe.
-Cierto. -la morocha rió.
-Pero no te pongas nervioso, che... La vas a romper, tenés el talento para hacerlo. Además, voy a estar pensando en vos tooodo el día, y solo llegar te voy a llamar, ¿dale? -Benja asintió.
-Bueno, dale. Y cuando vuelvas, un día, vas a venir a verme a los estudios, ¿no? -ella acomodó más la cara en la almohada, admirándole.
-Obvio, miles de veces. Mirá si te voy a dejar sólo, con tanta diosa suelta por ahí...
-Vos sos mi diosa, la única. -dijo haciendo el movimiento brusco de cabeza que iba adjunto con la palabra.

Ella se murió de la ternura y le besó lentamente. Como le amaba.

-¿Me vas a extrañar mucho mientras yo esté fuera del país? -puchereó ella, y él asintió.
-Casi tanto como te amo, y mirá que ya es. ¿Y vos a mi?
-Sí... mucho, como la trucha al trucho. -el rubio rió.
-Mi amor, eso se dice cuando le decís a alguien que le querés o que lo amás mucho...
-¿Qué tiene? Yo hago las tres cosas: te quiero, te amo y te voy a extrañar mucho.

Él la abrazó y dió un pequeño giro en la cama, quedando justo encima.

-No sabés lo bien que te queda mi camisa, amor...
-¿Sabés que queda aún mejor? -dijo, con la sonrisa pícara que a Benja tanto le perdía- Que vos me la quites.

Mientras la prenda volaba lejos de la cama y Lali, dándose cuenta de su inferioridad de condiciones, dirigía su mano al bóxer de él, un pensamiento la asaltó, haciéndola sonreir.

Había habido un golpe de Estado en el País del Fanatismo. El amor reinaba ahora... y eso le encantaba.
Todo un escándalo.



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corto bejali #1

- Lali, entendes lo que te digo? Tenemos que… Lali… MARIANA ESPOSITOO!!! –Grito una de las mejores amigas de la petiza, Cande-
Lali- Si, si esta bien
Cande- Lali no me escuchaste NADA, te estoy hablando de la escena y vos estas en otro mundo.. ¿Que te pasa?
L- Nada, perdóname dale, ¿que me decías?
C- ¿Qué te pasa?
L- Nada, nada dale..
C- Te conozco hace AÑOOS… Dale decime, ¿que te pasa?, confía en mi
L- Es que no se bien que es… No se lo que siento –Cande ya se estaba imaginando lo que le pasaba, la miro para que ella siga hablando- Hoy estaba hablando con Benja cuando el llego y.. No se.. Le veo algo especial que me cautiva
C- Su lomo? Sus ojazos? Su boca? Su cuer…
L- CANDELAA! NO.. No hablo de lo físico, aunque es lindo todo pero hablo de algo mas profundo.. De un sentimiento..
- Te estas enamorando – Dijo Cande sacando la conclusión de todo lo que le dijo su amiga
L- Heee?? Que decís? Nada que ver
-Cande se levanto y empezó a cantar- Love, love, love-
L- NOO!!, Cande venii, Candee, Can.. – Aunque Lali le hablara y le hablara Cande seguía en lo suyo, hasta que a la vista no se veía mas
Lali agarró el guion para repasar la escena.. Trataba de concentrarse pero no podía.. Estaba en otra cosa, estaba pensando en Benja, en lo que le pasaba.. Estaba pensando en todo lo que paso hoy hasta que alguien se sienta al lado de ella y la mira… Era ese rubio de ojazos azules.. (Ahahahah… :baba: )
Benja- Que pensativa que estamos –Ríe-
L- AHHH!!!... Benja.. Me… Me asustaste –Ella lo miraba con cara de susto y con mucha gracia-
B- Tan feo soy? –Pone cara triste- (Aiii♥ xD)
L- No te hagas, si sabes que sos muy lindo –Sonríe- es que me sorprendiste
B- Ah, entonces esta bien, te perdono –Los dos ríen-
Se quedaron callados los dos mirándose hasta que…

- Laliii… La…. –Si, era ella la “Hermanita” De Lali que en unos instantes iba hacer asesinada por la peti- PERDON, PERDON, PERDON… Yo ya me voy
B- No Cande, quedate.. Yo me tengo que ir a grabar con Mery y Luquitas (Amadito) –Lali lo único que hacia era mirar a Benja embobada-
Benja se fue, y cuando quedaron solas le dijo.. – Contame yaa lo que paso y perdón por la interrupción..-
………………………………………………………………………………………………………

Ya se hacían las 19:00HS, ya casi todos se estaban yendo para irse, Lali estaba en su camarín sacándose la ropa de “Mariacheta” Y “Convirtiéndose” En Lali, se terminó de vestir y se empezó a acomodar el pelo, ella estaba cantando “All You Need Is Love” De The Beatles. Del otro lado de la puerta estaba el.. Escuchándola cantar, escuchando esa voz tan dulce y tierna.. Hasta que decidió golpear la puerta
L- Quien es?
B- Permiso –Dijo entrando al camarín-
L- Si Benja pasa, necesitas algo? Decime
B- Que te pasaba hoy? Estuviste un poquito mas distanciada de mi, y eso me pone mal
L- Distanciada como?
-Se acerca a ella- No se, estabas rara, te pasaba algo en especial?
L- Emm… Benja, mira, no se que me pasa con vos, siento algo especial por vos, no se que es, pero en vos veo algo muy lindo e increíble, vos sos una persona increíble, sos muy dulce y tierno..
El no supo que decir, solo supo hacer… El se acercó a ella tomándola por la cintura, ella lo agarro de su carita… Ninguno de los dos se animaba a decir algo.. Solo sentían su respiración mutua. Estuvieron así por unos segundos más hasta que el decidió dar ese paso tan importante… Besarla.. Era un beso cálido, tierno, con mucho amor, pero también con mucha pasión..
Cuando quedaron sin aire, se distanciaron unos centímetros, aunque sus bocas todavía seguían muy cerca, solo se miraban no sabían como reaccionar y como iba a reaccionar el otro
B- Emm… Perdoname, fue un impulso.. Yo te quiero.. No se porque lo hize –El tartamudeaba en cada palabra, ella lo miraba con una ternura única, Benja seguía intentando “Explicar” porque la beso. Hasta que Lali lo cayó de un beso y le dijo con una voz muy suave.. TE AMO.



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viernes, 6 de enero de 2012

cap 40

-Subíte- exigió moviendo su mano estirada hacia ella- ¡dale La!- pero la morochita no tenía intenciones de hacerle caso.
-Ni en pedo me subo a eso con vos- aunque mantenía los brazos cruzados bajo su busto, para demostrar la indignación de querer subirla a una moto, la expresión de horror no se la borraba nadie- ¡sabes que detesto las motocicletas! Cuando tuvimos que grabar la escena en la tercera temporada te lo dijeeeeee…
-Pero este es un cuatri-moto, mucho más seguro, además iré despacio mi amor- puso su mejor cara de niño inocente y ella sonrió enamorada. ¿Acaso existía algo a lo que se negara si él lo pedía? Un rotundo “NO” estalló en su cabeza, si él pidiera su alma por una mirada como esa, ella se la daría una y mil veces.
-OK, vamos… pero despacito eh- la advertencia lo hizo reír y ella se contagió mientras subía al cuatri. Se abrazó a su amado rubio con fuerza y absorbiendo todo su exquisito aroma volvió a sonreír “no se puede dar algo que ya no es mío” pensó al rememorar la pregunta anterior. Su alma ya le pertenecía y era imposible poder darle algo que era suyo por naturaleza. Él era su ser amado, la persona más importante en todo el mundo, quien lograba transportarla a su propio cuento de hadas.
-Lo prometo…

Despacio, como ella pidió, partieron por la orilla de la playa en el vehículo que Benja y Cande habían conseguido para darle la sorpresa de cumple. El clima era templado, la poca brisa costera que corría revolvía el largo y morocho cabello de Lali, al igual que el rubio de Benja. La luna estaba llena, como el corazón de ambos. Estar el uno junto al otro generaba una sensación indescriptible en sus cuerpos, eran imanes humanos atrayéndose con demasiada fuerza y aunque ellos no tenían intención de resistirse, era bastante raro experimentarlo. Ambos tuvieron relaciones anteriores, pero jamás una cosa así les había ocurrido.
Anduvieron cerca de diez kilómetros por la tranquila playa antes de que Benja se detuviera.

-Necesito colocarte esto- saco un pedazo de tela negra- es para darle una cuota extra de misterio- ella rió negando con la cabeza. Siempre lograba sorprenderla con alguna ocurrencia, aun recordaba el día con Beyoncé.
-Vos y tus sorpresas raritas- comentó girándose para que el vendará sus ojos- decí que confío en vos, porque si no ni loca me dejo vendar.
-Lo sé y agradezco lo que me toca- con delicadeza cubrió sus ojos y amarro la tela a su cabeza, luego besó su cuello con total ternura haciéndola estremecer- yo también confió ciegamente en vos…
-Entonces vamos muy bien, porque por mucho que nos amemos sin confianza el amor no sirve de nada- comentó mientras él subía de vuelta al cuatri y se abrazó aún más fuerte ahora que no veía nada –vamos lentito, recuérdalo.
-I know, I know- después de andar un par de minutos más, finalmente el motor se detuvo- ¡llegamos!- Instintivamente ella quiso quitarse la venda, pero Benja la detuvo- ¡epaaa! No te la quites hasta que yo te lo pida… por favor- ella asintió sonriente.
-Esto me pone muy nerviosa…
-Jamás te haría daño mi amor, nunca lo olvides- y aprovechando que ella no veía nada, la besó.

Lentamente la guío de la mano por la arena fría, todo a su alrededor encajaba armónicamente con la situación. Tanto el aroma, el clima, el lugar ¡todo!

-Aquí- la detuvo y la soltó- yo me tengo que ir- ella lo sujeto más fuerte- tranquila, tenés que encontrarme… tomá- le entrego una tela y la besó en los labios- contá hasta veinte y te sacás la venda. Luego ponete lo que te di y encontrame…- ella suspiro emocionada y lo soltó- nos vemos, te estaré esperando…

-¿Cómo te encontraré?- preguntó casi en un susurro, pero él ya se había marchado- ¡qué miedo! No sé dónde estoy y más encima me dejó sola…- se giraba a todos lados, sin poder ver nada- mejor comienzo la cuenta. Veinte, diecinueve, dieciocho…- intentaba adivinar la sorpresa que su amado rubio le había preparado, pero realmente no tenía idea de nada- diecisiete, dieciséis, quince, catorce- estaba un poco acelerada y quizá la cuenta iba muy rápida, por lo que volvió a inhalar profundo y siguió más despacio- trece… doce… once… ¡ay Benja por Dios! Las cosas que me haces hacer- sonrió agachando la cabeza y negando- diez, nueve, ocho, siete, seis- su corazón se aceleraba con cada número que pronunciaba. ¿Qué ocurriría en los próximos minutos? ¿Y si no lo encontraba?- cinco, cuatro, tres, dos- llevó las manos a su cabeza y con lentitud desató el nudo de la tela- uno… listo- cuando la tela cayó, también lo hizo su mandíbula por lo que sus ojos veían-¡¿Qué mier…?!- tenía todas las intenciones de terminar esa expresión de sorpresa, pero una tenue y lejana melodía la interrumpió.





Un arpegio de guitarra sonaba de fondo, acompañando perfectamente el paisaje que estaba frente a sus ojos. Le costó un poco acostumbrarse a la luz de las antorchas de caña que formaban el camino que debía seguir. Habían varias rocas gigantes que impedían ver más allá de las antorchas ¿pretendía que se metiera en ese roquerio? Pues al parecer sí y no le quedaría otra que seguir con el protocolo para encontrarlo. El cuatri a sus espaldas, descansaba inerte y sin las llaves... si no lo encontraba no podría volver a la casa de Mica.

Refregó su frente con frustración y volvió a sonreír, Benja pensó en cada detalle ¿hace cuánto venía ideando esto? ¡¡era un tierno MAL!! Merecedor de arriesgarse a caerse entre las rocas, aunque estaba segura que él no la pondría en riesgo. Simplemente estaba exagerando un poco.
Se percató que tenía una tela blanca en su mano y al ponerlo frente a su carita, notó el vestido más hermoso y sencillo que alguna vez pudo imaginar. Era simplemente un pedazo de seda con tirantes y una caída de campana exquisita. Sencillo e ideal para la ocasión. Con precaución se quitó el disfraz de muñeca y con el mismo se limpió el maquillaje, saco las pestañas rosadas que formaban parte del atuendo y también los mechones de pelo del mismo color que se había puesto. Así, de blanco y naturalmente hermosa, comenzó el trayecto entre las antorchas.

Al principio del camino había un lirio blanco, que tomó con cuidado y puso tras su oreja. Tenía unas ganas inmensas de llorar por tanta felicidad y emoción ¿merecía tanto? ¿era ella digna de aquel hombre tan hermoso, tierno y especial?. La melodía seguía sonando de fondo, cada vez un poco más clara, hasta que de repente su tierna voz comenzó a cantar. Los ojos de Lali se iluminaron y sonrió alegre. Su voz de ensueño la estaba llamando al ritmo de una hermosa canción desconocida.

Cada día despierto al lado de un ángel
Más hermosa que las palabras
Que podría decir


Ese era el primer mensaje escrito en la roca que se topó de frente. Y aunque nunca fue muy buena para el inglés supo de inmediato que era parte de la canción… Benja acababa de cantar eso mismo en inglés. Pasó su mano sobre la roca, apreciando la prolija letra del rubio y sonriendo por lo que decía. Para ella despertarse a su lado era un gran privilegio y ahora sentir que él la consideraba un ángel era el colmo de la ternura. Entre ellos nunca había pasado nada más allá, por respeto a lo que tenían… para cuidarlo y tomarse sus tiempos. Pero eso no impedía que durmiesen juntos, abrazados, envueltos en esa aura de amor, que solo ellos provocaban.

Dijeron que esto no funcionaría
¿Pero que sabían ellos?
Años pasaron desde eso
Y estamos hoy aquí


Siguió el camino de las antorchas y notó que no debía escalar ninguna roca, el camino se trazaba entre ellas. Era hermoso pasar por ahí alumbrada por las antorchas y un poco por la luna e ir encontrándose con estos maravillosos mensajes que le demostraban una y otra vez, cuan bueno era su amor por el rubio. Cuan real. Todavía recordaba como las chicas la molestaban con el rubio durante la tercera temporada de casi ángeles, como ella se sonrojaba al imaginarse con un tipo tan guapo y serio. Siempre lo había mirado medio con miedo, era demasiado especial y lo notó desde el primer momento que lo conoció… y ahora lo tenía tras esas rocas cantándole cuanto la amaba. Era un sueño del que no quería despertar jamás.

Nunca en mis sueños
Pensé que esto me sucedería
A mi…


Una persona te puede atraer por lo físico, gustar por la personalidad, encantar por sus dones y enamorar por sus actitudes. Pero lo que Benja hacia y provocaba en ella iba mucho más allá de eso, era magia de verdad, era unirse desde adentro. Unirse en algo tan real, que caía en lo surrealista. Confundirse con sus propias almas por el parecido de lo que sentían… eso era el verdadero amor.

Ella siguió caminando con lentitud sobre la arena, acariciando las rocas y sonriendo con dulzura. Una rebelde lágrima se escapó, rodando por su mejilla y se perdió entre los granos de arena. Quería encontrarlo cuanto antes y poder besarlo, decirle y demostrarle cuanto lo amaba. Abrazarlo fuerte y esperar que Dios les permitiera ser uno por siempre. Repentinamente el camino se terminó y las rocas se abrieron a un lindo claro iluminado por la luna, rodeándolo y haciéndolo íntimamente secreto. A los ojos de cualquiera estaban ocultos entre el roquerio.

Mientras estoy aquí frente a mi mujer
No puede contener las lágrimas en mis ojos


La voz de su amado resonó ahora mucho más fuerte en el claro, haciéndola girar y mirar por todos lados en busca de sus azules ojos. No demoró mucho en encontrarlo, estaba sobre una de las rocas, tocando su inseparable guitarra y cantando a viva voz. Estaba de perfil, siendo iluminado de una forma casi sobrenatural por la luna… era un verdadero ángel. Vestía un pantalón blanco y una camisa del mismo color abierta. Su corto cabello estaba más revuelto de lo común y parecía realmente emocionado.
Despacio camino sobre la arena, notando los pétalos que estaban esparcidos sobre el lugar. Todo era blanco y en las paredes rocosas y desiguales, la letra de la canción seguía escrita. Fue girando y leyendo cada parte de la canción con más emoción ¡¡No merecía tanto!!

Oh, ¿cómo pude ser tan afortunado?
Debo hacer hecho algo bien…
Y prometo amarla por el resto de mi vida.


Quería correr y abrazarlo, decirle que la afortunada era ella por tenerlo a su lado y poder amarlo de esta forma. Necesitaba sentir su aroma y poder de alguna forma retribuir todo lo que él estaba haciendo por ella. Añoraba poder besarlo eternamente, que ni el aire los separara, y entregarse a sus encantos, unirse y ser unos en cuerpo y alma. Sentía como su corazón casi se salía de su pecho al imaginarlo dentro suyo, haciéndola eternamente suya.

La letra de la canción, su voz, la guitarra, el lugar, la calidez, la luna, los pétalos, la ropa… todo la estaba envolviendo en una sensación que le dañaba la garganta de tanta emoción. Necesitaba llorar abrazada a su pecho y pedirle perdón por todo lo malo que quizá en algún momento le hizo. Lo amaba a tal nivel que prefería herirse ella misma que hacerle algún daño a él… Estaba temblando, pero no de frío, temblaba de tanto amor contenido. Quería gritarlo, cantarlo o demostrarlo, pero lo necesitaba.

Suplicaba por el azul de sus ojos, porque la mirara de una buena vez. Que se bajara de esa roca y la besará eternamente. Posiblemente hasta ya en el pensamiento estaban unidos, porque sin decir ni una palabra el bajo con cuidado de la roca. La miró por primera vez desde que la sorpresa comenzó y al parecer se perdió en sus ojos, seguía cantando y tocando la guitarra apoyado en la roca ¡¡Que hermoso se veía!!

Parece que fue ayer
Cuando por primera vez dijo “hola”
Es curioso como vuela el tiempo
Cuando estás enamorado


Sonrió de costado y desvió la mirada de ella, estaba demasiado emocionado. Sus ojos y mejillas húmedas por las lágrimas ocultas que habían caído. La situación era realmente fuerte. Lali cubrió su boca emocionada y lloró silente. Ella también recordaba cuando le dijo “Hola” por primera vez y como se perdió en sus ojos cuando él se volteó a verla. Sin palabras, sonrió como una estúpida y tuvo que mentalizarse varias veces para poder disimular un poco. ¿Cuánto había pasado desde aquel día? Razón tenía al cantar que el tiempo vuela cuando uno de enamora, desde aquel día tantas cosas habían pasado, tantos momentos y emociones vivieron juntos que ya ni recordaba cuánto.

Nos costó una vida
Para encontrarnos el uno al otro
Valió la pena la espera
Porque hizo que finalmente la encontrara
Nunca en mis sueños
Pensé que esto me sucedería a mí



Un nuevo baño de lágrimas enjugo sus mejillas al escuchar lo que cantaba su amado, como le dedicada esa tierna melodía y como era capaz de con su voz temblorosa transmitirle todo lo que estaba sintiendo. Ya no necesitaba leer lo que decían las rocas, con lo que sabía de inglés más las miradas que le entregaba Benja, interpretaba a la perfección lo que estaba cantando.

Estaba tan nerviosa que ni siquiera se detuvo en su fornido pecho al aire, ni en que también estaba temblando. Quería acelerar la canción y correr a sus brazos, lanzar la guitarra a un costado y besarlo con locura. Pero el momento era tan mágico que ni siquiera podía despegar las manos de su boca. No dejaba de llorar, ni temblar. No dejaba de amarlo, ni dejaría de hacerlo nunca.


Mientras estoy aquí frente a mi mujer
No puede contener las lágrimas en mis ojos
Oh, ¿cómo pude ser tan afortunado?
Debo hacer hecho algo bien,
Y prometo amarla por el resto de mi vida…


Cuando la canción terminó, soltó la guitarra y camino lentamente hacia ella. No levantaba la cabeza, para ocultar las lágrimas que caían sin medida por sus mejillas. Lali y casi convulsionaba por la emoción y los nervios, estaba temblando y llorando sin límites, también sonreía. Todavía no lograba dimensionar lo grandioso de la situación, pero amaba que al fin, él se estuviera acercando hacia ella. Sus corazones estaban acelerados, emocionados de poder sentirse.

Llegó a su lado y levantó la mirada invadiéndola con el azul cielo de ellos… por fin sonrió y negó con la cabeza. Ella limpio una rebelde lágrima de su cara y también le sonrió, con desesperación lo abrazó y lloró con todas las ganas del mundo. Él también emocionado la acompaño en el llanto y acarició su espalda. No había palabras, en ese preciso instante todo menos ellos, sobraba.

Con cuidado la soltó de su abrazo y repitió su accionar limpiándole una lágrima de la mejilla, sonrió y se agacho ante ella. Era EL momento, LA oportunidad, todo a su alrededor decía que no debían esperar más.

-La…- respiró profundamente, su voz estaba más ronca de lo normal- yo te amo- levantó la cabeza mirándola con dulzura-… demasiado- su entrecejo se arrugo y nuevas lagrimas cayeron- y no tengo miedo de decirlo- tomó aire y fuerzas para seguir y no quebrarse- Puedo cantarlo, gritarlo o demostrarlo con cosas como estas- señaló su alrededor- pero lo que realmente quiero es… llamarte novia y que todos lo sepan- Ella sonrió aún más. Lo que tanto había esperado al fin estaba llegando y de la mejor forma- Quiero que todos sepan que sos mía y y tuyo, que mi corazón late por vos… que mi vida sos vos- con lentitud guío su mano al bolsillo del pantalón y saco una cajita- no es un anillo, tranquila- rió al ver la cara de asombro de Lali- es algo muy simbólico que quiero que tengas- él y sus simbolismos hermosos, llenos de significados, terminarían por matar de un infarto a la morocha- Quiero que seas mi novia… Mariana ¿vos querés?

Con esa simple pregunta dio vuelta su mundo un par de veces y la mareo al punto de sentirse moribunda. Todo lo que quería era a él, todo lo que la llenaba provenía de él. No existía otra respuesta para esa pregunta, no existían dudas ni “peros”.

-¿Con un “sí” basta?- él rió mirando al cielo- ¿o debo decir que quiero ser tu novia, tu amiga, tu amor eterno, tu confidente, tu compañía eterna, tu mujer…?
-No debes decir nada más, solo bésame- pidió casi como un niño.

-Esa no es una petición… es mi mayor deseo- y sin una sola palabra más se aproximó hasta rozar sus labios. Movió su boca, haciéndolo estremecer, no era un beso… era un gesto de cariño. Con su nariz acarició la de él y luego su mejilla. Ambos mantenían los ojos cerrados y respiraban con dificultad.

Él tomó su cintura con sumo cuidado, como se trata a una delicada muñeca de colección y la apegó a su cuerpo, sorprendiéndola. Ella rió sobre sus labios, podía sentirlo completamente y amaba la sensación. Sus cuerpos pedían por más y era el momento de hacerles caso. Con rapidez capturó sus labios y comenzó el movimiento entre ellos, sus bocas sabían a amor, su aroma era de amor, su amor estaba esparcido por todos lados. Así de simple. Se besaron con ternura, con amor y a la vez pasión, con agradecimiento y esperanza. Se besaron por largos minutos, con los ojos cerrados y el corazón a mil, jugando con sus lenguas y acelerando la respiración. Se besaron hasta que él la separó y abrió la cajita, ahí estaba un collar… algo así como un relicario antiguo, tenía forma de corazón. No era muy grande, pero sí muy bonito. Delicado.

-Esto era de mi bisabuela- se puso tras ella y le corrió el pelo dejando su blanco cuello desnudo ante sus manos- y ahora es tuyo. No me mires así, ella quería que fuera de mi gran amor…- sin palabras sonrió, mirando la arena, mientras él besaba su delicada espalda con ternura.
-Te amo- susurró, haciéndolo detenerse al instante- y quiero que esta noche sea especial para ambos…
-Lo será- respondió enfrentándola y tomándola entre sus brazos.
-¿A dónde me llevas ahora?
-Al paraíso- sonrió y salieron del claro casi corriendo.
-¡Me asustas! ¡Sos tan loco!- dijo entre risas.
-¡¡Vos me tenés así!!

No supo en que momento llegaron a la orilla de la playa, pero cuando sintió el chapoteo del agua bajo sus pies, intuyo que todo se pondría mucho más húmedo.

-¡¡No me quiero mojaaaaaar!!- alcanzo a gritar antes de que se sumergieran bajo la templada agua de Cariló.

Cubiertos por las aguas del Atlántico, se separaron y nadaron en la misma dirección. La orilla.

cap 39

-¡¡Obvio que quiero!!- él volteo al instante- pero en otro momento- y dándole un fugaz pico se fue a cambiar.
-¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!- gritó golpeándose un tanto fuerte la cabeza contra la puerta.

La casa de Mica estaba completamente llena de gente, realmente no se sabía quién era quien, ni siquiera se podía saber si algún colado pudo entrar. Aunque estaban alejados del resto de las casas veraniegas, más de algún paparazzi pudo haberse enterado de algo, pero era una vaga posibilidad. Tampoco eran chicos reallity o figuras extremadamente importantes en la TV argentina, solo eran un montón de jóvenes promesas celebrando el cumple de la más linda (nota de la autora: para mí, La siempre será la más hermosa).

Las luces que se instalaron durante el día daban un ambiente mucho más impresionante. Parecía un boliche de alta estirpe, esos donde el VIP es más grande que todo lo demás, aquellos donde los famosos se desenvuelven con total facilidad sin riesgos a toparse con fans locas. Era puro lujo.

La mayoría de los chicos lucían trajes originalísimos. Nico estaba mimetizado con “Wolvenine” -el mítico personaje de X-men- tan mimetizado que peleaba con Gas, quien vestía espectacularmente el traje del “joven manos de tijeras”. El rubio llevaba la cara más pálida de lo normal, con marcadas ojeras y una peluca negra con los pelos electrocutados. Obviamente lo que más lo caracterizaban eran el par de grandes tijeras podadoras que llevaba en sus manos.

-¡Tengan cuidado con eso boludos!- Cleopatra pasó gritando por su lado. Era bastante raro ver a Mery con pelo negro y liso, además de ese flequi recto, pero nadie podía negar lo diosísima que se veía.

-Dejalos amor- Meme mostraba todo su lomazo, vestido como “Marco Antonio” el soldado y político romano más importante de la historia. Y enamorado de Cleopatra.

-Cuando se saquen un ojo quiero verlos eh- los amenazo temerosa, Nico le lanzo un beso y siguió jugando con su mejor amigo.

Mientras ellos jugaban como niños pequeños, “Barnie” espantaba a “Winnie the pooh”. Agus y Pato siempre serían unos pendejos y no tenían temor a hacer el ridículo, así que optaron por ser aquellos felpudos personajes animados. Ana les tomaba fotos a todas, envuelta en su disfraz de “Pocahontas”. Con el pelo liso al máximo y una pluma en la cabeza complementaba el vestido café corto, apretado por un cinturón.

-¿Por qué llevas pluma?- pregunto su novio, quien estaba rubio y con el pelo al hombro, era “John Smith” el eterno enamorado de la morena- ¡¡Pocahontas no usa pluma Any!!

-¡Uy verdad! Le dije a Cande que la pluma estaba demás- ambos rieron buscando a la castaña para decirle- ¿ves por ahí a Cupido?- pregunto refiriendose a Cande.

-¡Escuche que me invocaban!- la aludida llegó extasiada, vestía una túnica cortísima blanca, con una aureola muy mona. Sandalias bajas y en sus manos, un arco y una flecha. El pelo iba con bucles y recogido en un moño alto. Divina.

-¡Cande, viste que pocahontas no llevaba pluma!- se quejó divertida.

-Sí lleva nena, yo crecí con ella- respondió fingiendo indignación.

-No Cande, no lleva pluma… y Cupido no lleva aureola- un chico hippiento y con la panza de chocolate al aire la corrigió.

-Vico, dejate de joder. Obvio que Cupido tiene aureola, ¡porque es el ángel del amor!

-Nooooo
-Siiiiiiiiiii- parecían niños pequeños.
-Nooooo- volvió a rebatir, quizá tenía razón, pero siempre imagino a Cupido sin aureola.
-Siiiiiiiiiii y dejate de joder- molesta se fue.

-¿Se enojó?- parecía sorprendido- ¿realmente Cande se enojó?- Any y Cristian levantaron los hombros restándole importancia y se fueron.


En otro lado de la casa, una “tortuga Ninja”] con cinturón negro y antifaz del mismo color hablaba un tanto exasperado con una hermosa versión de la “Cenicienta”. Eran Pablo y Rocío, pero claramente estaban discutiendo por algo.

-¡Te dije que era de príncipe Pablo!

-Y yo te dije a vos que siempre quise ser una tortuga Ninja- se quejó amurrado como niño chico.

-No podes ser tan inmaduro…

-¿Inmaduro? El disfraz era de libre elección Rocío

-Pero todas las parejas están disfrazados acorde- con los brazos cruzados miró a su alrededor. Meme y Mery; Any y Jorge, Mica y su novio…

-Bueno, pues nosotros rompimos el molde, cambiamos la historia. En nuestra historia Cenicienta se enamora de una tortuga Ninja ¿viste?- claramente no tenía intensiones de pelear con su novia.

-Pues no se qué le vió Cenicienta a la fea tortuga Ninja- ambos rieron y se besaron. La rubia quedó con la boca verde, por el maquillaje de Pablito.

-¿Por qué estas besando a un marciano Ro?

-No soy un marciano ¡¡Soy una tortuga Ninja che!!- paró en seco a la moderna versión de Marilyn Monroe, señalando su caparazón.

-Well… no pareces tortuga, pero lo sos- Jime se burlo, las risas de Cenicienta la apoyaron.

-¿Y vos quien sos? ¡¿Una mala copia de Madonna cantando “Ilike a Virgen”?!- la mandíbula de Marilyn se desencajo y achino los ojos amenazadoramente.

-Soy Marilyn Monroe, la más diosa de todas, la mejor actriz, rompe esquemas…

-Pareces una conejita playboy del siglo pasado- la molestó con descaro, aun notando lo hermosa que se veía con ese vestido plisado blanco y el peinado alto de bucles. Sumado al sexy lunar, los tacones y el rojo intenso de sus labios.

-¡¡Pablo!! Anda a jugar con Barnie y Winnie allá mejor ¡pendejo!- lo empujó ensuciándose las manos también de verde.

-Te ves hermosa Jime.

-Gracias Ro, vos también estas muy diosa, super inocente…

-Y vos súper atrevida eh- ambas rieron y comenzaron a bailar.


La fiesta estaba de lo mejor, todos bailaban, saltaban e incluso coreaban algunas canciones que les traían buenos recuerdos. El ambiente estaba espeso por la nube de humo que provocaron los cigarrillos y varios vasos se habían roto por accidente, todo hasta ahí iba de lo mejor. Era una fiesta normal, con gente divirtiéndose a todo lo que da… pero aún faltaba la cumpleañera.

-¿Y Lali?- Benja llegó al lado de una enojada Cupido.

-¡¡Que se yo “pin pon”!!- y se fue enojada.

-¿Qué le pasa a esta? ¿y como que pin pon? ¡¡Soy un muñeco cualquiera, no pin pon!!- gritó lo ultimo para que lo oyera, aunque ya se había ido.

-Dejala, yo me encargo- Vico llego a su lado agitado, la venía siguiendo desde hace bastante- está enojada, pero no entiendo porque tanto- dejó de hablar y lo miró- ¿Qué mierda te pusiste?

-¡Soy un muñeco!- le pegó en el hombro. Amaba que Lali lo llamará así, pero quizá disfrazarse como uno no fue la mejor de las ideas.

-Realmente te pareces a pin pon boludo- y devolviéndole el golpe se fue- ¡andate a lavar la carita con agua y con jabón!- todos los que estaban cerca se rieron, haciendo sonrojar sus mejillas ya rojas por el maquillaje.

-¡Ahí viene Lali!- gritó Yeyo, caracterizado como un moderno rapero.

La morochita cumpleañera bajó la escalera sonriendo e iluminando la existencia de Benja. Llevaba un cortito vestido escocés multicolor, zapatitos de charol y una blusita blanca bajo el vestido. Sus mejillas igual de rojas que las del rubio y rosadas pestañas postizas. El pelo tenía bucles y uno que otro mechón pintado de rosado también, en su brazo iba un osito de peluche y en la boca un chupón. Era la muñeca más hermosa que Amadeo vió en su vida [i]¡Como la amaba![/b]

-¡Muñequito!- gritó viéndolo disfrazado y lanzándose a sus brazos.

-Muñequita hermosa- le saco el chupón y la beso con delicadeza- feliz cumple bombona- y volvió a besarla.

-Te ves hermoso ¿Quién te ayudó?

-Nadie- ella abrió los ojos sorprendida- me maquille solito, me peine solito y me vestí solito… ya que vos no me quisiste con poca ropa- hizo un puchero y ella lo golpe suave.

-Te amo- declaró sin tapujos.
-Te amo más- compitió de una.
-No, yo te amo más…
-Error, mi amor es mucho más grande- sonrió.

-A ver… dime hasta donde llega tu amor y yo te diré si es más grande que el mío- mientras peleaban estaban bailando un lento. Él la tomaba de la cintura y ella se amarraba a su cuello.
-Te amo… tres metros por sobre el cielo.

-¡Versero! Esa es una película- rió tentada.

-Una gran película- asintió con la cabeza.

-Pues yo te amo sin agregados, sin muchos, o siempres… te amo a secas… te amo sin condicionantes, ni limitantes- los azules ojos de Benja se aguaron.

Aunque muchos a su edad andaban de joda en joda, tomando, fumando o drogándose, él marcaba la diferencia. Era un chico tranqui desde siempre, amante de la música, la lectura y la soledad. Cuando pensaba en el amor, lo veía como algo lejano, distante e incluso incierto. Pero ahora que la tenía frente a sus ojos, con la sonrisa eterna y esa expresión de amor tan genuina, supo lo que era estar realmente enamorado. Supo que valió la pena la espera.

-Sos mi ángel… y ya no creo que existan palabras para expresar lo que siento- una lágrima rodó por la mejilla de la cumpleañera- pero quizá con mi sorpresa puedas entenderlo.

-¿O sea que había una sorpresa?

-Sí, aunque Cande casi la caga- ambos se rieron y besaron.

-Pues quiero verla.

-No seas ansiosa, al final de la fiesta te la daré- ella sospechaba que sería algo inolvidable. Benja era un dulce de leche mal. Siempre pendiente de sus necesidades y sorprendiéndola.


El resto de la noche fue un fuego, todos estaban medio locos cuando Lali hablo por el micro que le accedió el Dj.

-Bueno chicos, quería agradecerles por estar acá. Por acompañarme y demostrarme su gran cariño…

-¡Te quiero La!- quien más que Nico podía interrumpir de un grito el discurso.

-Yo también rubio. A todos… cada uno tiene un pedacito de este corazón, que no digamos es un GRAN corazón, pero va con mi tamaño ¿no?- todos rieron. Esa manía eterna que tenía de bromear con su estatura- Y también comunicarles que ya mañana volvemos al mundo real- algunos abuchearon- ¡Aplausos para Mica que se rajo con la casa! Sos una genia amiga- la aludida hizo una reverencia- Gracias amigos, familia y amor. Me han hecho muy muy feliz- un toque emocionada devolvió el micro.

-¡A divertirse!- gritó nuevamente Nico. Estaba notoriamente borracho, o sea, era aun más gracioso.


-Creo que a ese deberían sacarle las garras, de repente matará a alguien- bromeó un marciano a su lado.

-Sorry pero ¿Quién sos? ¿ET?- estallo en esa risa tan única y contagiosa.

-¿Ah estas chistosita?- Pablo se cruzo de brazos- ¡soy una tortuga Ninja!- volvió a apuntar el
caparazón y la espada.

-Ahhhhh, o sea, sos Poli- el sonrió como payaso y asintió. Lali sabía de su tremendo amor por esos dibujos animados en la infancia- me gusta, aunque de payasito te ves mejor.

-¿vos decís?- ella sintió riendo y rememorando esas notables escenas con su amigo ¡Cuánto habían jugado ese día!- pensé en el payasito, pero era poco original…

-Sí, igual no me habría gustado ver a Ro de payasita eh- lo amenazó y el rió abrazándola.

-Sos mi única payasita, ella es mi cenicienta y yo su tortuga Ninja.

-Se parecen más a la princesa y el sapo- nuevamente estalló en risas. Y él no pudo evitar contagiarse.


-¿Qué es tan gracioso?- Benja llegó a su lado con un vaso en la mano.

-Pablo, miralo ¿Quién es?

-Una tortuga Ninja ¡obvio!- respondió sin entusiasmo.

-Naaa, me cagaste todo el chiste, tenías que decir ET o un marciano o una rana ¡pesado!- lo golpeo
en el brazo.

-Pero si soy idéntico a una tortuga La- Poli la empujó.

-Sí, mi amor. En esta no te puedo hacer la segunda, aquí este psicópata esta re bien disfrazado- levantó los hombros.

-¿Cómo que psicópata?- los tres rieron- y vos serias… ¿pin pon?- preguntó tentado.

-¡OTRO MÁS!- rabio por lo bajo- soy un muñeco común…

-No sos común, sos MI muñequito- le dio un pico- ¿no ves que estamos iguales?- le dijo a Pablo, defendiendo a su enamorado.

-Así veo… - asintió aguantándose la risa- ¿y porque vestirse así?

-Porque así nos decimos “muñequitos”- ahí si Pablo no aguanto la risa.

-¡¿Qué te reís boludo?! Acaso “payasitos” es muy bonito.

-¡Yaaaaa, stop! Miren que los dos apodos me encantan- rió Lali.

-Igual y se disfrazaban de Ken y Barbie mejor, tipo son muñecos y son menos ridículos- y viendo la cara de Lali, salió arrancando. Como le encantaba burlarse de Benja.

-¡Me dan ganas de ahorcarlo!

-¡¡Benja!!- lo reprendió como si fuese su hijo- ni en broma se dicen esas cosas…

-Bueno, perdón- hizo un puchero y ella lo besó- ¿Cómo la estas pasando?

-¡¡Excelente!!- se acurruco en su pecho- pero quiero mi sorpresa especial… ya he aguantado mucho.

-Entonces vamos- tomó su suave mano y sin darle tiempo a preguntar más, la sacó de la fiesta.

-¿A dónde?

-A ver tu sorpresa…

cap 38

-No la despertaré, intentaré encontrar un lugar arriba y descansar un toque- le aviso a la morena.
-¿No queres comer algo antes?
-No, gracias. Anoche ya ingerí suficiente- respondió golpeándose la panza y sacándola apropósito. Ella rió, pero alguno de los dormidos la hizo callar con molestia.
-Mejor subo y vos… descansa- le dio un beso en la mejilla y se fue a dormir.

La mañana pasó rapidísimo o al menos así lo creyó el rubio, los ruidos del piso inferior sumado a la música lo despertaron un toque sobresaltado. Había estado soñando con la sorpresa que le tenía a Lali, pero entremedio salía Peter todo ensangrentado apuntándolos y Lali comenzaba a llorar.

-Perdón… no quise asustarte- él se aclaró la vista con rapidez para mirarla.
-No me despertaste ¿Qué hora es?- preguntó con frialdad.
-Las 8.
-¿Las 8 de la noche?- volvió a preguntar, aunque ahora con mucha menos frialdad.
-Si, según Ana dormiste bastante, me alegro que descansaras- comentó sincera.
-¿Estas hace mucho aquí? Digo, debe ser aburrido quedarse mirándome mientras duermo…
-Sí, estoy hace más de media hora… y no, no es para nada aburrido memorizar tus rasgos con detalle. Apreciar tu hermosura y enternecerme con tus defectos- hablo con total sinceridad, acercando su mano al rostro un tanto colorado de Benja.
-O sea, ya notaste esta marca de acá- señalo el costado de su frente donde tenía una pequeña cicatriz.
-Sí, la noté y hasta acaricie con cuidado para no despertarte…
-¿En serio? Esa sería una actitud de enamorada- la miró directamente a los ojos.
-Yo estoy enamorada de vos Benja… completamente- declaró acercándose- y sé que he cometido errores graves; cosas que te han dañado mucho, pero es que soy pendeja y estuve mucho tiempo en una relación así… necesito que me ayudes- le pidió acariciando suavemente el pelo sobre su frente.
-Tienes el poder de enamorar a cualquiera Lali ¿Por qué yo?
-¿Por qué vos?...- rió un tanto angustiada- ¡¿Por qué no vos?!- alzó sus hombros negando con la cabeza.
-Respondeme en serio ¿Por qué me elegiste a mí?
-Mi futuro sentimental nunca fue un casting, vos simplemente llegaste a mi vida como la luz en la oscuridad… encendiste todo mi mundo y me OBLIGASTE a amarte con esa forma tan especial de ser- le respondió sincera- no esperaba rehacer mi vida tan pronto, pero en el corazón no se manda… “nadie elije de quien enamorarse”… yo tuve el privilegio de enamorarme del hombre ideal y que me corresponda- una solitaria lagrima rodó por su mejilla, pero antes de caer, fue interceptada por el dedo del rubio.
-Solo eso necesitaba oír para entenderte- y sin darle tiempo a más palabras la atrapó de la cintura pegándola a su torso desnudo y sobre la cama se besaron largamente, sin contener la pasión y el deseo del uno por el otro.

Ni siquiera la falta de aire los podía separar, entre movimiento y movimiento respiraban con dificultad, pero con tal de no separarse lo seguían haciendo. Lenguas iban y venían, envolviéndose en un sensual juego… las ganas de ser solo uno los envolvían, el tiempo se detuvo y la temperatura aumentó. Era el momento apropiado, era LA oportunidad de hacerlo. Pero el destino tenía planificado otra cosa y fueron interrumpidos.

-Che Benshu, ¿vas a hacer la sorpresa o no?- la voz distraída de Cande interrumpió el pasional beso de los tortolos, quienes se separaron como imanes iguales. La castaña solo atinó a cubrirse la boca arrepintiéndose de no haber dejado el culo pegado al sofá donde conversaba animadamente con Vico.

Ambos estaban agitados al máximo, colorados como tomate e intentado ser tragados por la tierra. Pero a diferencia de Benja, Lali tenía la curiosidad impregnada en el rostro.

-¿de qué sorpresa hablas Can? Segunda vez que lo mencionas- no obtuvo respuesta, ella seguía tapándose la boca- ¿Benja?- él miro a su amiga queriendo asesinarla.
-Ni idea… ¿de qué hablas Cande?- le tiró la pelota a ella, quien lo miro con desesperación.
-Yo… yo… yo…- no sabía que decir.
-¡Si vos!
-¡¡Yosoloqueriaquellevaranelmismodisfrazhoyenlafiesta!!- gritó tan rápido que ni se entendió.
-¡¿Queeeé?!- preguntaron al unísono.
-Que solo quería que llevarán el mismo disfraz- repitió lentamente. Ambos se miraron y rieron.
-Amiga ¿Cómo vamos a llevar el mismo disfraz?- se levantó y la abrazó con ternura- pero tranqui que será temático…
-¿temático?
-Se refiere a que iremos disfrazados en la misma onda Cande- rió aliviado de haber zafado.
-Ahhhhh, bueno genial así, porque a eso mismo me refería- sonrió forzosamente- los dejo para que arreglen sus cosas- cuando cerró la puerta a su espalda, se apoyo contra la pared y respiró aliviada, maldiciéndose por ser tan despistada.

Mientras tanto en el cuarto Lali se apoyo contra la puerta y lo miró sonriendo.

-Le dicen la corta mambos a esta- bromeó.
-Así parece- él se puso en pie, quedando solo en bóxers y se acero a ella acorralándola- aunque podríamos seguir con lo que estábamos…
-Creo que ESO tendrá que esperar, porque la fiesta de disfraces ya va a comenzar- él la miró con cara de súplica- ¡por eso te vine a despertar!
-Laaaaaaaaaa
-Nada de La, ahora vas y te das una buena ducha fría- lo empujó como pudo hasta el baño.
-¿Me querés jabonar la espalda?- preguntó tentadoramente.
-¡¡Obvio que quiero!!- él volteo al instante- pero en otro momento- y dándole un fugaz pico se fue a cambiar.
-¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!- gritó golpeándose un tanto fuerte la cabeza contra la puerta.

cap 37

Al verlo caminar cabizbajo lejos de su lado, quizo correr a pedirle perdón por ser tan idiota y pelearse por Peter nuevamente, pero de contuvo. Tomo el celular y marcó el numero de Eugenia, no quería preocupar a Claudia o alguno de los hermanos del morocho sin estar segura de que ocurría.

-¡Pajarilla! ¿Me queres invitar a la fiesta?- bromeó antes de dejarla hablar.
-Euge, ayudame por favor...
-La ¿Qué pasa?- notó la preocupación en su voz.
-Cuando te corte me sonó el cel de inmediato, era Peter- Euge cerró los ojos- ¡estaba borracho! Dijo muchas boludeces y cuando escuchó la música se enojó un montón por no haber sido invitado… me dijo muchas cosas feas, pero lo peor fue ¡que se iba a matar pajarilla!- estaba desesperada.
-Calmate La, dejame esto a mí, vos disfruta de tu día especial… yo me encargo de Peter- se mostró sumamente tranquila y trato de transmitirle eso a la morocha.
-¿Cómo voy a disfrutar sabiendo que puede estar cometiendo alguna locura?
-Lo conozco y no es tan valiente, sigue siendo un nene- intento convencerla- además desde que lo de ustedes terminó que se emborracha y amenaza con matarse… solo que ahora llego demasiado lejos- reconoció esperando encontrarlo y hacerle notar el desacuerdo por su actitud.
-¿Estás segura que no pasará nada? Mira que tomo el auto y me voy para allá- amenazó.
-Confía en mí Lali y disfruta de tu fiesta- y mandándole un beso, cortó.

Aunque todo el mundo le dijera lo contrario, ella había hablado con Peter, había sentido su dolor a través del teléfono; pudo sentir sus lágrimas caer y la respiración agitada… por lo mismo estaba tan preocupada, en ese estado no era el Peter normal.

-¿Qué pasa Lalu? Lo vi a Benja irse mal por la playa…
-¿Hacia dónde se fue?- preguntó distraída, tenía ganas de llorar.
-Al lugar donde preparamos la sorpr…- se tapo la boca antes de cagarla más.
-¿Dónde qué? ¿Qué sorpresa Cande?
-Nada, nada, estoy medio pasadita de copas, solo es eso- sonrió nerviosamente arrancando del lugar.

-¡Hoy es el día de los alcohólicos!- gritó con rabia alzando las manos.
-¡Y acá llega el más ebrio!- llegó gritando Pablo, imitándola entre risas.
-No estoy para jodas Poli…
-Sorry payasita ¿Qué paso?- al notarla preocupada dejo la joda.
-Pasa que esta vida de mierda no me da descanso- se quejo cubriéndose el rostro.
-A ver… vení- la llevo de la mano hacia la playa, alejándola un poco de todo el alboroto de la fiesta- contáme que pasa, no es justo que el día de tu cumple estés así…
-Me llamo Peter- tenía intensiones de seguir, pero su amigo la interrumpió.
-¡Ya sabía yo que ese hijo de puta estaba metido en esto!- y al verlo tan sacado, sonrió.
-Hasta sacado me haces reír- le acarició la mejilla.
-Me molesta demasiado que sea tan pendejo, como para no entender que la relación terminó y dejarte ser feliz ¡es un obsesivo compulsivo!- pateó un poco de arena. Ella no pudo aguantar la risa.
-Lo es… pero lo peor es que ahora me amenazo- la miró casi tirándosele encima por la impresión.
-¡¿Qué te dijo?!- pregunto exaltado- ¡¡Yo lo mato!! ¿Cómo te amenaza?- se iba a parar, pero ella lo detuvo.
-¡Pará! No me quiere hacer nada a mi… dijo que se mataría- la boca de Pablo se abrió por inercia.
-¿Me estas jodiendo? ¿Puede ser TAN patético?- tendió a reírse.
-¿Vos también te reirás? ¡LOCO es una situación delicada!- se molestó.
-No exageres, el tipo es un pelotudo que te quiere manipular a su antojo, además estaba ebrio. Estas exagerando definitivamente- trató de calmarla.
-¡vos no lo escuchaste!- se puso de pie molesta, pero él la detuvo.
-Claro que no, si está obsesionado contigo- rió abrazándola- ¿te podes calmar? ¿Está dentro de tus capacidades eso?
-Sí, puedo pero no quiero.
-Inténtalo no es difícil- la mantenía abrazada mientras sonreía.
-Uy pelotudo, porque siempre me sacas una sonrisa- dijo al fin relajándose y apoyando la cabeza en su hombro.
-Porque somos iguales.
-¡Ni en pedo! Mis ojos son del mismo porte, amboooooos- se burló de su defecto al reírse y achinar solo un ojo.
-Lali 1 / Pablo 0, lo acepto… pero después no te quejes- ambos estallaron a carcajadas.

Así era su amistad, pura y divertida; haciéndoles el aguante hasta en los momentos más difíciles. Después de estar un buen rato riendo, el tema que la mantenía afligida fue retomado.

-¡Pero ves que sos boluda!
-¡Ey! Tratame bien que estoy sensible y de cumpleaños…- hizo un puchero.
-Bueee, perdón payasita, pero es en serio. Te peleas con el rubio por el otro tarado, no es justo que no le permitieras hacerte sentir mejor- la hizo entrar en razón- además Euge te aclaró que ella se encargará de Peter, y si su mejor amiga te está diciendo que el tipo hace eso todo el tiempo, mínimo deberías creerle- levanto los hombros en señal de obviedad.
-Sí… no sé, es difícil- comenzó a jugar con la arena mientras hablaba- Peter significo mucho para mí y no puedo simplemente darle la espalda en estos momentos…
-¡Es que si le das los brazos te parte la boca La! No está en tus manos ayudarlo, él mismo te esta atando las manos…- comentó con total certeza. Ella lo miró sorprendida y sonriente.
-¿Cuándo maduraste vos?
-Cuando te perdí…- la sonrisa se borro de su rostro- ¡¡Es bromaaaaa!!
-¡Sos un hijo de la re mil!- comenzó a golpearlo con fuerza.
-¡¡Paraaaaa!!- y salió arrancando hacia la casa, con la morochita siguiéndolo de cerca.

La noche estaba partiendo con maletas y todo, dándole paso al frío amanecer primaveral. Había gente durmiendo sobre el césped del patio, vasos tirados por todos lados, un par de sillas dadas vueltas, y MUCHA basura. Todo eso lo fue viendo a medida que entraba desde la playa.

-Che Benja ¿me das una mano con todo esto?

Ana trataba de limpiar un poco el desastre que era todo en el lugar. Con una sonrisa le tendió una gran bolsa para que recolectara la basura.

-¿Por qué estas despierta tan temprano?
-No he dormido- confesó riendo.
-No aguantaras la segunda fiesta- le advirtió.
-Dormiré una siesta, además un disfraz aguanta cualquier cosa.
-Toda la razón- levanto un par de botellas y de paso le dio una patada al dormido Nicolás, quien solo bufo.
-Che anoche no te vi más ¿Dónde te metiste?- preguntó con naturalidad, mientras recogía papeles.
-Fui… quise dar una vueltita- ella lo notó de inmediato.
-¿paso algo con Lali?
-No, nada- respondió precipitadamente.
-No soy boluda rubio ¿Qué paso?- lo interrogó acercándose desde el otro lado del patio.
-Y diferencias… pequeñas- no quería decirle nada.

-Mira Benja, no quiero resultar metiche ni nada ¿me permitís un consejito?- él asintió- Lali está muy enganchada con vos, yo diría que enamorada, pero no puedo arriesgarme a tanto. Aunque con eso no basta- ambos tomaron asiento al borde del pequeño escenario- ella estuvo muchos años con Peter, algunas veces por costumbre, pero el cariño siempre estará… aunque sea por un espejismo. El tema es que ahora necesita es una relación madura, complementaria, igualitaria sobre todo- asintió rememorando- si había algo que no me gustaba de su antiguo noviazgo era lo distinto que se veía desde afuera el cariño del uno por el otro y obviamente que cada semana la veía llorando- alzó los hombros- No le hagas daño, ni permitas que ella te lo haga. Sé claro y dale un toque de tiempo… fue una relación tormentosa y medio obsesiva…
-Gracias…- la vió con sinceridad- realmente gracias Ani… tomaré tu consejo.
-You’re welcome- y sin más siguió ordenando.

Después de recoger la basura ambos entraron, ahí el desparramo de gente era mucho mayor. En la planta baja había gente hasta sobre la mesita ratona, tuvieron que abrirse paso con sumo cuidado entre todos. Cuando llegaron al living vieron a Lali acostada abrazada a Poli, a su lado estaba Cande y al otro lado del morocho, Rochi.

-No la despertaré, intentaré encontrar un lugar arriba y descansar un toque- le aviso a la morena.
-¿No queres comer algo antes?
-No, gracias. Anoche ya ingerí suficiente- respondió golpeándose la panza y sacándola apropósito. Ella rió, pero alguno de los dormidos la hizo callar con molestia.
-Mejor subo y vos… descansa- le dio un beso en la mejilla y se fue a dormir.

cap 36

-¿Aló?- preguntó con curiosidad e incluso un poco de preocupación, desde el otro lado se escucho un leve gemido.
--F-Feliz cumple… pajarilla- y en ese preciso instante pareció que toda su sangre se congelaba.
-Pajarilla…- devolvió luego de unos segundos agónicos sin poder soltar vocablo- pajarilla… -repitió intentando convencerse a sí misma.
-Sí, Lali… mirá yo sé que desde que paso todo esto de tu ruptura con Peter y tu relación con Benja…- estaba inspirada pero ella la interrumpió.
-¡Euge! No digas mas nada…- tenía la voz tomada- quiero que dejemos atrás todas las pendejadas que nos han alejado- daba vueltas como loca por la habitación, conteniendo las lagrimas- mi tema con Peter, es de nosotros dos solamente… nuestra amistad no tiene que sufrir más daños…
-Lo sé amiga… me duele el alma estar alejada de vos- ella ya lloraba- por eso te llamé, imagino que estas celebrando ¡Y yo debería estar ahí! Pero soy tan boluda…
-No pajarilla… SOMOS- y ya le dio permiso a sus lagrimas para caer deliberadamente por sus mejillas- somos unas boludas que no supimos valorar el hermoso lazo que teníamos, no luchamos como siempre lo prometimos… perdoname hermosa- rogó.
-¡Perdoname vos! Por no haber sido imparcial, por no estar a tu lado en los malos momentos… por no creerte-
-Entiendo que a Peter lo querés mucho ¡como yo también lo quiero!- se apuró a decir- pero ya es el cariño de lo que fue, de los lindos momentos; es gratitud por todos esos buenos momentos… pero es pasado, yo hoy tengo una nueva razón para seguir en pie- trató de ser clara, pero suave.
-Lo tengo claro La… solo dame tiempo, sabes que a Pipu lo adoro y mientras lo vea sufriendo difícilmente podre aceptar tu nueva relación…- fue sincera, eso era importante- pero quiero que seas feliz, te apoyo en todo… aunque este alejada, el cariño que nos une es mucho más grande- tenía unas ganas de tirar el teléfono a la mierda y correr a abrazarla- solo dame tiempo amiga…
-Todo el que necesites, yo lo necesité para aceptar a tu novio- aprovechó de informarle que no tenía nada contra Nacho.
-¿en serio lo dices?
-Muy en serio, él te hace feliz y eso es lo que me importa- soltó una risita nerviosa.
-Siempre enseñándome como actuar maduramente pajarilla, sos mi complemento- lloró, pero ahora de felicidad.
-Y vos el mío… te adoro Euge
-Me too pajarilla, prontito nos veremos y seguimos la conver con mayor detalle ¿dale?
-Me parece perfecto, un beso y gracias por acordarte de mi cumple- estaba que estallaba de felicidad.
-Es una fecha imborrable… como vos en mi corazón, un beso- y diciendo eso colgó.
-Otro- cortó con una sonrisa casi tan ancha como su carita.

Se sentó en la cama, golpeándose las rodillas levemente y con la respiración más acelerada de lo normal. Miraba hacia todos lados sonriendo y mordiéndose levemente el labio inferior mientras recordaba la conversación con Euge, estaba feliz. Día perfecto, lugar prefecto, compañía perfecta, amor perfecto, amistad perfecta… ¿Qué faltaba? Nada, todo lo que quería gracias a Dios lo tenía.

Bajó la escalera a saltitos, añorando salir a la interperie y toparse con su rubio ojitos de cielo para poder besarlo como nunca, no había pasado ni media hora y ya lo extrañaba con desesperación. Estaba abriendo el ventanal cuando su celular volvió a sonar, de seguro era su amor que también la estaba extrañando. Ni miró la pantalla, solo apretó el botón verde y habló.

-¿Hola?
-Feliz cumple mi amor- una voz un tanto lenta y apagada sonó a través del celular.
-¿Quién habla?
-¿Ya no me reconoces la voz?... ¿Definitivamente me olvidaste?- era Peter, con la voz tomada y modulando esforzadamente cada silaba.
-Peter estás borracho- afirmó.
-¡Bingo! Desde que me dejaste, cada noche tomó tratando de olvidarte…- comenzó a llorar.
-Primero…- respiró profundo- yo no te deje, vos me hiciste dejarte. Pero lo agradezco, porque estaba ciega. Segundo, no tomes más… no te dañes más, cuidate, querete… Y tercero, buscate una chica que te quiera y valorala. Aprende de tus errores, como yo estoy aprendiendo de los míos- concluyó dispuesta a cortar.
-¡Si me cortas te juró que me mato!- y esa simple frase la dejo sin aliento, al tiempo que daba el primer paso fuera de la casa.
-¿Vos me estas jodiendo?
-No mi amor… solo quiero cantarte el cumpleaños feliz, dejame ir a tu casa y regalarte un besito- estaba completamente borracho.
-¡Juan Pedro Lanzani, contrólate!- le grito enojada. De repente alzó la mirada y vió a Benja mirarla con el ceño fruncido.
-¿Eso es música? ¿Estás celebrando tu cumpleaños sin mí?- y comenzó a llorar.
-Peter calmate, me estas asustando…
-Definitivamente yo solo estorbo acá- y sin más le corto.

Cubierta por un manto de incertidumbre, dudas y miedo volvió a mirar a Benja y corrió a abrazarlo.

-¿Qué paso mi amor?
-No sabes el miedo que tengo…- lloró con desesperación acurrucada entre sus brazos.
-La, hablame… ¿Qué paso?- pidió levantando su rostro para que lo mirara de frente.
-Es Peter…- solo alcanzó a decir eso.
-¿Qué te hizo? ¿Qué te hizo?- preguntó asustado.
-A mi nada… a él mismo…
-Explicate mejor- casi rogó.
-Me llamó por el cumple, comenzó a decir pelotudeces, le corte el rostro, se entero de la fiesta y ¡¡amenazó con matarse!!- grito histérica la ultima parte.
-Amor jamás hará eso, es demasiado cobarde- intento reírse de la situación para calmarla.
-¡Benjamín! Separa las cosas, estamos hablando de una persona que se puede estar pegando un tiro en la cabeza por mi culpa…
-Calmate y no la agarres conmigo, solo quiero que estés tranqui en tu cumple…
-Lo sé, pero con esta noticia es imposible. Debo llamar a sus papás o a Euge, no sé ¡algo!
-No es tu problema- respondió al borde de la molestia.
-¿me estas jodiendo o es en serio?
-Es muy en serio- respondió cortante.
-Te juro que no te reconozco… ¿vos pretendes que me quede acá celebrando y haciendo de cuenta que mi ex novio puede estar muerto en este momento?- tenía los ojos más abierto de lo normal y hacia aspavientos exagerados con las manos.
-No, solo pretendo que no te dejes influenciar nuevamente por ese tipo- y negando con la cabeza se fue.

Al verlo caminar cabizbajo lejos de su lado, quizo correr a pedirle perdón por ser tan idiota y pelearse por Peter nuevamente, pero de contuvo. Tomó el celular y marcó el numero de Eugenia, no quería preocupar a Claudia o alguno de los hermanos del morocho sin estar segura de que ocurría.