viernes, 6 de enero de 2012

cap 37

Al verlo caminar cabizbajo lejos de su lado, quizo correr a pedirle perdón por ser tan idiota y pelearse por Peter nuevamente, pero de contuvo. Tomo el celular y marcó el numero de Eugenia, no quería preocupar a Claudia o alguno de los hermanos del morocho sin estar segura de que ocurría.

-¡Pajarilla! ¿Me queres invitar a la fiesta?- bromeó antes de dejarla hablar.
-Euge, ayudame por favor...
-La ¿Qué pasa?- notó la preocupación en su voz.
-Cuando te corte me sonó el cel de inmediato, era Peter- Euge cerró los ojos- ¡estaba borracho! Dijo muchas boludeces y cuando escuchó la música se enojó un montón por no haber sido invitado… me dijo muchas cosas feas, pero lo peor fue ¡que se iba a matar pajarilla!- estaba desesperada.
-Calmate La, dejame esto a mí, vos disfruta de tu día especial… yo me encargo de Peter- se mostró sumamente tranquila y trato de transmitirle eso a la morocha.
-¿Cómo voy a disfrutar sabiendo que puede estar cometiendo alguna locura?
-Lo conozco y no es tan valiente, sigue siendo un nene- intento convencerla- además desde que lo de ustedes terminó que se emborracha y amenaza con matarse… solo que ahora llego demasiado lejos- reconoció esperando encontrarlo y hacerle notar el desacuerdo por su actitud.
-¿Estás segura que no pasará nada? Mira que tomo el auto y me voy para allá- amenazó.
-Confía en mí Lali y disfruta de tu fiesta- y mandándole un beso, cortó.

Aunque todo el mundo le dijera lo contrario, ella había hablado con Peter, había sentido su dolor a través del teléfono; pudo sentir sus lágrimas caer y la respiración agitada… por lo mismo estaba tan preocupada, en ese estado no era el Peter normal.

-¿Qué pasa Lalu? Lo vi a Benja irse mal por la playa…
-¿Hacia dónde se fue?- preguntó distraída, tenía ganas de llorar.
-Al lugar donde preparamos la sorpr…- se tapo la boca antes de cagarla más.
-¿Dónde qué? ¿Qué sorpresa Cande?
-Nada, nada, estoy medio pasadita de copas, solo es eso- sonrió nerviosamente arrancando del lugar.

-¡Hoy es el día de los alcohólicos!- gritó con rabia alzando las manos.
-¡Y acá llega el más ebrio!- llegó gritando Pablo, imitándola entre risas.
-No estoy para jodas Poli…
-Sorry payasita ¿Qué paso?- al notarla preocupada dejo la joda.
-Pasa que esta vida de mierda no me da descanso- se quejo cubriéndose el rostro.
-A ver… vení- la llevo de la mano hacia la playa, alejándola un poco de todo el alboroto de la fiesta- contáme que pasa, no es justo que el día de tu cumple estés así…
-Me llamo Peter- tenía intensiones de seguir, pero su amigo la interrumpió.
-¡Ya sabía yo que ese hijo de puta estaba metido en esto!- y al verlo tan sacado, sonrió.
-Hasta sacado me haces reír- le acarició la mejilla.
-Me molesta demasiado que sea tan pendejo, como para no entender que la relación terminó y dejarte ser feliz ¡es un obsesivo compulsivo!- pateó un poco de arena. Ella no pudo aguantar la risa.
-Lo es… pero lo peor es que ahora me amenazo- la miró casi tirándosele encima por la impresión.
-¡¿Qué te dijo?!- pregunto exaltado- ¡¡Yo lo mato!! ¿Cómo te amenaza?- se iba a parar, pero ella lo detuvo.
-¡Pará! No me quiere hacer nada a mi… dijo que se mataría- la boca de Pablo se abrió por inercia.
-¿Me estas jodiendo? ¿Puede ser TAN patético?- tendió a reírse.
-¿Vos también te reirás? ¡LOCO es una situación delicada!- se molestó.
-No exageres, el tipo es un pelotudo que te quiere manipular a su antojo, además estaba ebrio. Estas exagerando definitivamente- trató de calmarla.
-¡vos no lo escuchaste!- se puso de pie molesta, pero él la detuvo.
-Claro que no, si está obsesionado contigo- rió abrazándola- ¿te podes calmar? ¿Está dentro de tus capacidades eso?
-Sí, puedo pero no quiero.
-Inténtalo no es difícil- la mantenía abrazada mientras sonreía.
-Uy pelotudo, porque siempre me sacas una sonrisa- dijo al fin relajándose y apoyando la cabeza en su hombro.
-Porque somos iguales.
-¡Ni en pedo! Mis ojos son del mismo porte, amboooooos- se burló de su defecto al reírse y achinar solo un ojo.
-Lali 1 / Pablo 0, lo acepto… pero después no te quejes- ambos estallaron a carcajadas.

Así era su amistad, pura y divertida; haciéndoles el aguante hasta en los momentos más difíciles. Después de estar un buen rato riendo, el tema que la mantenía afligida fue retomado.

-¡Pero ves que sos boluda!
-¡Ey! Tratame bien que estoy sensible y de cumpleaños…- hizo un puchero.
-Bueee, perdón payasita, pero es en serio. Te peleas con el rubio por el otro tarado, no es justo que no le permitieras hacerte sentir mejor- la hizo entrar en razón- además Euge te aclaró que ella se encargará de Peter, y si su mejor amiga te está diciendo que el tipo hace eso todo el tiempo, mínimo deberías creerle- levanto los hombros en señal de obviedad.
-Sí… no sé, es difícil- comenzó a jugar con la arena mientras hablaba- Peter significo mucho para mí y no puedo simplemente darle la espalda en estos momentos…
-¡Es que si le das los brazos te parte la boca La! No está en tus manos ayudarlo, él mismo te esta atando las manos…- comentó con total certeza. Ella lo miró sorprendida y sonriente.
-¿Cuándo maduraste vos?
-Cuando te perdí…- la sonrisa se borro de su rostro- ¡¡Es bromaaaaa!!
-¡Sos un hijo de la re mil!- comenzó a golpearlo con fuerza.
-¡¡Paraaaaa!!- y salió arrancando hacia la casa, con la morochita siguiéndolo de cerca.

La noche estaba partiendo con maletas y todo, dándole paso al frío amanecer primaveral. Había gente durmiendo sobre el césped del patio, vasos tirados por todos lados, un par de sillas dadas vueltas, y MUCHA basura. Todo eso lo fue viendo a medida que entraba desde la playa.

-Che Benja ¿me das una mano con todo esto?

Ana trataba de limpiar un poco el desastre que era todo en el lugar. Con una sonrisa le tendió una gran bolsa para que recolectara la basura.

-¿Por qué estas despierta tan temprano?
-No he dormido- confesó riendo.
-No aguantaras la segunda fiesta- le advirtió.
-Dormiré una siesta, además un disfraz aguanta cualquier cosa.
-Toda la razón- levanto un par de botellas y de paso le dio una patada al dormido Nicolás, quien solo bufo.
-Che anoche no te vi más ¿Dónde te metiste?- preguntó con naturalidad, mientras recogía papeles.
-Fui… quise dar una vueltita- ella lo notó de inmediato.
-¿paso algo con Lali?
-No, nada- respondió precipitadamente.
-No soy boluda rubio ¿Qué paso?- lo interrogó acercándose desde el otro lado del patio.
-Y diferencias… pequeñas- no quería decirle nada.

-Mira Benja, no quiero resultar metiche ni nada ¿me permitís un consejito?- él asintió- Lali está muy enganchada con vos, yo diría que enamorada, pero no puedo arriesgarme a tanto. Aunque con eso no basta- ambos tomaron asiento al borde del pequeño escenario- ella estuvo muchos años con Peter, algunas veces por costumbre, pero el cariño siempre estará… aunque sea por un espejismo. El tema es que ahora necesita es una relación madura, complementaria, igualitaria sobre todo- asintió rememorando- si había algo que no me gustaba de su antiguo noviazgo era lo distinto que se veía desde afuera el cariño del uno por el otro y obviamente que cada semana la veía llorando- alzó los hombros- No le hagas daño, ni permitas que ella te lo haga. Sé claro y dale un toque de tiempo… fue una relación tormentosa y medio obsesiva…
-Gracias…- la vió con sinceridad- realmente gracias Ani… tomaré tu consejo.
-You’re welcome- y sin más siguió ordenando.

Después de recoger la basura ambos entraron, ahí el desparramo de gente era mucho mayor. En la planta baja había gente hasta sobre la mesita ratona, tuvieron que abrirse paso con sumo cuidado entre todos. Cuando llegaron al living vieron a Lali acostada abrazada a Poli, a su lado estaba Cande y al otro lado del morocho, Rochi.

-No la despertaré, intentaré encontrar un lugar arriba y descansar un toque- le aviso a la morena.
-¿No queres comer algo antes?
-No, gracias. Anoche ya ingerí suficiente- respondió golpeándose la panza y sacándola apropósito. Ella rió, pero alguno de los dormidos la hizo callar con molestia.
-Mejor subo y vos… descansa- le dio un beso en la mejilla y se fue a dormir.