viernes, 6 de enero de 2012

cap 36

-¿Aló?- preguntó con curiosidad e incluso un poco de preocupación, desde el otro lado se escucho un leve gemido.
--F-Feliz cumple… pajarilla- y en ese preciso instante pareció que toda su sangre se congelaba.
-Pajarilla…- devolvió luego de unos segundos agónicos sin poder soltar vocablo- pajarilla… -repitió intentando convencerse a sí misma.
-Sí, Lali… mirá yo sé que desde que paso todo esto de tu ruptura con Peter y tu relación con Benja…- estaba inspirada pero ella la interrumpió.
-¡Euge! No digas mas nada…- tenía la voz tomada- quiero que dejemos atrás todas las pendejadas que nos han alejado- daba vueltas como loca por la habitación, conteniendo las lagrimas- mi tema con Peter, es de nosotros dos solamente… nuestra amistad no tiene que sufrir más daños…
-Lo sé amiga… me duele el alma estar alejada de vos- ella ya lloraba- por eso te llamé, imagino que estas celebrando ¡Y yo debería estar ahí! Pero soy tan boluda…
-No pajarilla… SOMOS- y ya le dio permiso a sus lagrimas para caer deliberadamente por sus mejillas- somos unas boludas que no supimos valorar el hermoso lazo que teníamos, no luchamos como siempre lo prometimos… perdoname hermosa- rogó.
-¡Perdoname vos! Por no haber sido imparcial, por no estar a tu lado en los malos momentos… por no creerte-
-Entiendo que a Peter lo querés mucho ¡como yo también lo quiero!- se apuró a decir- pero ya es el cariño de lo que fue, de los lindos momentos; es gratitud por todos esos buenos momentos… pero es pasado, yo hoy tengo una nueva razón para seguir en pie- trató de ser clara, pero suave.
-Lo tengo claro La… solo dame tiempo, sabes que a Pipu lo adoro y mientras lo vea sufriendo difícilmente podre aceptar tu nueva relación…- fue sincera, eso era importante- pero quiero que seas feliz, te apoyo en todo… aunque este alejada, el cariño que nos une es mucho más grande- tenía unas ganas de tirar el teléfono a la mierda y correr a abrazarla- solo dame tiempo amiga…
-Todo el que necesites, yo lo necesité para aceptar a tu novio- aprovechó de informarle que no tenía nada contra Nacho.
-¿en serio lo dices?
-Muy en serio, él te hace feliz y eso es lo que me importa- soltó una risita nerviosa.
-Siempre enseñándome como actuar maduramente pajarilla, sos mi complemento- lloró, pero ahora de felicidad.
-Y vos el mío… te adoro Euge
-Me too pajarilla, prontito nos veremos y seguimos la conver con mayor detalle ¿dale?
-Me parece perfecto, un beso y gracias por acordarte de mi cumple- estaba que estallaba de felicidad.
-Es una fecha imborrable… como vos en mi corazón, un beso- y diciendo eso colgó.
-Otro- cortó con una sonrisa casi tan ancha como su carita.

Se sentó en la cama, golpeándose las rodillas levemente y con la respiración más acelerada de lo normal. Miraba hacia todos lados sonriendo y mordiéndose levemente el labio inferior mientras recordaba la conversación con Euge, estaba feliz. Día perfecto, lugar prefecto, compañía perfecta, amor perfecto, amistad perfecta… ¿Qué faltaba? Nada, todo lo que quería gracias a Dios lo tenía.

Bajó la escalera a saltitos, añorando salir a la interperie y toparse con su rubio ojitos de cielo para poder besarlo como nunca, no había pasado ni media hora y ya lo extrañaba con desesperación. Estaba abriendo el ventanal cuando su celular volvió a sonar, de seguro era su amor que también la estaba extrañando. Ni miró la pantalla, solo apretó el botón verde y habló.

-¿Hola?
-Feliz cumple mi amor- una voz un tanto lenta y apagada sonó a través del celular.
-¿Quién habla?
-¿Ya no me reconoces la voz?... ¿Definitivamente me olvidaste?- era Peter, con la voz tomada y modulando esforzadamente cada silaba.
-Peter estás borracho- afirmó.
-¡Bingo! Desde que me dejaste, cada noche tomó tratando de olvidarte…- comenzó a llorar.
-Primero…- respiró profundo- yo no te deje, vos me hiciste dejarte. Pero lo agradezco, porque estaba ciega. Segundo, no tomes más… no te dañes más, cuidate, querete… Y tercero, buscate una chica que te quiera y valorala. Aprende de tus errores, como yo estoy aprendiendo de los míos- concluyó dispuesta a cortar.
-¡Si me cortas te juró que me mato!- y esa simple frase la dejo sin aliento, al tiempo que daba el primer paso fuera de la casa.
-¿Vos me estas jodiendo?
-No mi amor… solo quiero cantarte el cumpleaños feliz, dejame ir a tu casa y regalarte un besito- estaba completamente borracho.
-¡Juan Pedro Lanzani, contrólate!- le grito enojada. De repente alzó la mirada y vió a Benja mirarla con el ceño fruncido.
-¿Eso es música? ¿Estás celebrando tu cumpleaños sin mí?- y comenzó a llorar.
-Peter calmate, me estas asustando…
-Definitivamente yo solo estorbo acá- y sin más le corto.

Cubierta por un manto de incertidumbre, dudas y miedo volvió a mirar a Benja y corrió a abrazarlo.

-¿Qué paso mi amor?
-No sabes el miedo que tengo…- lloró con desesperación acurrucada entre sus brazos.
-La, hablame… ¿Qué paso?- pidió levantando su rostro para que lo mirara de frente.
-Es Peter…- solo alcanzó a decir eso.
-¿Qué te hizo? ¿Qué te hizo?- preguntó asustado.
-A mi nada… a él mismo…
-Explicate mejor- casi rogó.
-Me llamó por el cumple, comenzó a decir pelotudeces, le corte el rostro, se entero de la fiesta y ¡¡amenazó con matarse!!- grito histérica la ultima parte.
-Amor jamás hará eso, es demasiado cobarde- intento reírse de la situación para calmarla.
-¡Benjamín! Separa las cosas, estamos hablando de una persona que se puede estar pegando un tiro en la cabeza por mi culpa…
-Calmate y no la agarres conmigo, solo quiero que estés tranqui en tu cumple…
-Lo sé, pero con esta noticia es imposible. Debo llamar a sus papás o a Euge, no sé ¡algo!
-No es tu problema- respondió al borde de la molestia.
-¿me estas jodiendo o es en serio?
-Es muy en serio- respondió cortante.
-Te juro que no te reconozco… ¿vos pretendes que me quede acá celebrando y haciendo de cuenta que mi ex novio puede estar muerto en este momento?- tenía los ojos más abierto de lo normal y hacia aspavientos exagerados con las manos.
-No, solo pretendo que no te dejes influenciar nuevamente por ese tipo- y negando con la cabeza se fue.

Al verlo caminar cabizbajo lejos de su lado, quizo correr a pedirle perdón por ser tan idiota y pelearse por Peter nuevamente, pero de contuvo. Tomó el celular y marcó el numero de Eugenia, no quería preocupar a Claudia o alguno de los hermanos del morocho sin estar segura de que ocurría.