lunes, 25 de abril de 2011

Cap 17

Ya no sentia debilidad fisica, sino del alma. Candela tenía toda la razón, no había motivos para negarse a la felicidad, pero esa continua inseguridad que dejo su antigua relación no le permitía estar en paz. Tantas especulaciones y engaños.

Prácticamente su única relación seria, había sido Peter, no tenía otros antecedentes amorosos, que validaran su capacidad de hacer feliz a otra persona. Y ahora la persona con las que más tiempo compartió, la trataba prácticamente de puta.
¿Qué confianza tendría en una futura relación? No se permitiría dañar a la persona más buena que conoció en su vida. No lo haría, aunque se muriera por dentro.

Paso el resto de la semana, sin mayores novedades. Candela no apareció nuevamente en su casa, de Peter no sabía, ni quería saber nada. De Benja menos, había pedido a su papa ir por el auto a su departamento.
Mucho descanso, mucha distracción. Fueron parte fundamental de ese tiempo reflexivo. Exceso de arte por todos lados. Pintura, baile, canto, composición, instrumentación, interpretación teatral y muchas cosas con ese sentido eran su principal distracción.

La habitación se había convertido en un pequeño escenario, donde se desenvolvía con total libertad. Aunque todo parecía genial, tenía un trasfondo muy triste. Las canciones eran extremadamente melancólicas; los cuadros que pintaba, muy depresivos; y esos guiones que interpretados, eran tomados de las peores películas de amor. Finalmente donde intentara distraerse, ese par de ojos azules, aparecía para desestabilizarla con un millón de mariposas revoloteando a su alrededor.

Con el término de la semana, los nervios aumentaron. Era domingo e intentaba preparar sus cosas para el día laboral. Tenía grabaciones en la mañana y dos funciones en el teatro por la tarde. El resto de la semana solo tendría teatro, por ende, estaba en la obligación de compartir con el rubio todos esos días.

El lunes todo comenzó con normalidad, despertador a las 6, desayuno listo por su mama, auto encendido y portón abierto, beso en la frente y la bendición de su vieja. Calle 13 a todo volumen, ventanas abajo y gafas matutinas. Aun hacia frio, pero el sol se dignaba a aparecer y ella lo aprovechaba al máximo.

Seguía con la estrategia de evadir sus pensamientos “benjalicos” pero ahora sumaba otra cosa, la indiferencia. Pretendía mostrarse perfecta ante todos y evitar a Benja a toda costa, disfrutar la soltería como correspondía. Encendió su celular y el pobre casi exploto por las llamadas perdidas, mensajes de texto y buzón de voz. Todos. Yan, Cande, Rochi, Mery, Jime, Cris y hasta Euge. ¿Euge? Sí, la rubia había dejado un mensaje. No es que tuviese preferencias demasiado marcadas, pero la situación con la china, ameritaba leer su mensaje primero.

“Lamento todo lo que estas pasando. Sabes lo importante que sos para mí, pero no estás haciendo bien las cosas. Trata de ponerte en su lugar. Él te ama. Besos pajarilla hermosa. Tu china, Euge”
No aventó el celular por la ventana, porque antes conto hasta diez y respiro profundo. ¿Cómo podía decirle eso? No entendía, seguía sin comprender la actitud de quien, en algún momento, fue su mejor amiga.
Siguió el camino, por la atochada General Paz, y entre bocinazos y algunas puteadas de otros autos, siguió leyendo.

“Lalunga, aparece. I miss you, sweetheart. Siempre con vos. Merita”- más tierna.
“Lala! Donde estas hermosa? Como se te extraña! Plis contesta el cel. tkmmmmm. Rochi”- otra tiernita mal. Un amor de persona.
“Morocha como andas? No sabes el embole que es grabar sin vos. Te quiero montones amiga, quiero nuestras conver de vuelta. Dj Paul”- ese Pablo, un divertido y caño total.
“Peti! Aparece tontina, no seas bobalicona, sabes que estamos con vos. Te amu hermanita, tu cachetes”- su hermanito del alma, amaba leer un mensaje de él, que era tan despreocupado de todo.
“Lali por favor llamame, no me gusto verte así de mal. Tenemos una charla pendiente. Besos hermosa. Cris”- siempre, siempre, siempre, en todas. Su segunda madre.
“pendeja! Desaparecida! Ingrata!!!! Te extraño! No sabes lo feo que es echarse el agua oxigenada solo en el pelo. No, hablando en serio. Quiero saber como estas, tomamos un café? Besos, Ricitos de oro” – siempre la hacía reír a más no poder.
“COBARDE… te amo”- era obviamente su mejor amiga.
“me contaron los chicos que no contestas el cel. ¿Qué pasa? Mira que para pendejadas, estoy yo. Te re contra híper quiero Lalu”- y ese pendejito rubio, como lo amaba.
“preciosa, solo te dejo una frase, lo más probable es que no quieras saber de nadie, pero *Tras las nubes el cielo es siempre azul* besos, morochita, your blond”- tan tierno Gasti.
“Fuerza Lalita, te quiero mucho, Vic” – que amor.

Y así fue leyendo uno a uno la montonera de mensajes de sus amigos. No había ni de Peter, ni de Benja. Del primero lo esperaba, estaba enojadísimo, pero del rubio no. Luego se dispuso a escuchar los mensajes de voz. Casi todos habían dejado también mensajes en el buzón de voz, pero dos le llamaron más la atención y los escucho.

“sé que me equivoque… vos sabes cuánto te quiero. No pretendo ser ni haber sido tu dueño absoluto… pero no soporto la idea de perderte… cometo errores a menudo, soy un pelotudo de los mejores… pero te amo y sos mi razón de vivir… no me dejes por favor”- ¿quién podía resistirse a ese mensaje? Era enternecedor y a la vez lastimoso. Y lo que menos pretendía la morocha era eso. Solo quería estar sola. Añoraba gritarle en la cara que no caería nuevamente en su juego. Era historia repetida, mil veces había leído lo mismo, y mil veces cayo. Ya no más, era tiempo de pensar en ella.

El siguiente mensaje era de él… de esa persona que la hacía temblar con solo leer su nombre. No sabía si escucharlo. Le daba pánico ir corriendo a sus brazos y arruinar todo lo planificado, pero tomo fuerzas y lo hizo. La sorpresa fue mayúscula, cuando escucho el mensaje.

“Aunque te abraces a la luna, aunque te acuestes con el sol. No hay mas estrellas que las que dejes brillar, tendrá el cielo su color… No estés solo en esta lluvia, no te entregues por favor… si debes ser fuerte en estos tiempos… para resistir la decepción…. Y quedara abierto mente y alma… yo estoy con vos”- no pudo, por más que intento, no pudo seguir escuchando. Cortó el mensaje y se deshizo en llanto. No podía ser más tierno. No debía, no tenía derecho a tratarla con tanto amor. No le servía, mas la enamoraba y a la vez, alejaba. Lo que menos quería en el mundo era dañarlo, pero no había forma de evitarlo.

Una fuerte bocina la hizo reaccionar. Bajo su mirada, seco las lágrimas (que inconscientemente caían) por sus mejillas y busco un pañuelo en su bolso. Al mirar hacia un costado, vio algo que le partió el alma. En el asiento del copiloto estaba, junto a su campera, la hermosa fotografía que tomo Maxi el día del concierto. En ella, Benjamín la abrazaba con una ternura extrema, haciéndola estremecer. Si hace unos segundos le dolía el pecho por la angustia, ahora definitivamente ya ni siquiera respiraba. Era casi imposible contener el mar de lágrimas que se avecinaba… pero debía ser fuerte… por él. Tenía que protegerlo.

Respiro profundo reiteradas ocasiones. Puteo al chofer que la boconeaba, cuando este la adelanto y siguió el camino.



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novela extraida de: http://www.ar-telenovelas.com.ar/foro/viewtopic.php?f=29&t=23553

solo facilito su difucion ya que no toda la gente esta dispuesta a registrarse todos los derechos reservados a su creadora chey_x_lalita